La preservación de bienes históricos materiales e inmateriales, base importante de la memoria, es una necesidad única para todas las instituciones. La historia y la memoria de civilizaciones, ciudades, culturas y pueblos están presentes en la historia misma de la Iglesia. La Iglesia en su historia revela un cuidado especial con respecto a la preservación de sus bienes materiales e inmateriales, no solo como una necesidad administrativa, sino como una contribución efectiva a la sociedad. Del mismo modo, la historia y la memoria de la Iglesia Católica Romana es una herencia de toda la humanidad.
En sus 200 años de existencia, la vida del Instituto Marista, fundado por Marcelino Champagnat, es una historia importante. Actúa como un faro bidimensional, arroja luz al pasado y guía el camino hacia el futuro. Permite la experiencia conmemorativa de la historia, hacia un nuevo comienzo. Reconociendo esta riqueza y decidiendo la continuación de la preservación de la historia y la memoria de la vida marista en el mundo, el Instituto propone la creación de una Red de Centros de Memoria Marista, que permitirá acciones y experiencias conjuntas destinadas a proteger, gestionar y intercambio de información de activos históricos construidos en los últimos 200 años.
La Red de Centros de Memoria Marista comienza en el Brasil marista con el objetivo de integrar las experiencias existentes en la Región de América del Sur y el Instituto. La Red de Centros de Memoria nace como una posibilidad de construirse en comunidad, un elemento básico de su propia identidad.