Nombre Civil: Víctor Antoine Loupias.
Fecha de Nacimiento: 14/01/1899.
Lugar de Nacimiento:Le Salvetat (Aveyron) — Francia.
Fecha de Profesión: 25/12/1915.
Fecha de Defunción: 23/04/1974.
Estable 1899 – 1974.
Nacimiento: 14.01.1899 — Le Salvetat (Aveyron).
05.04.1911: Junior en Mondoví.
28.03.1913: Junior en Luján.
05.04.1914: Postulante.
25.12.1914: Toma de Hábito.
Nombre Toma de Hábito: Hno. Emilio Eleázaro.
25.12.1915: Primera Profesión.
22.01.1921: Profesión Perpetua.
02.02.1938: Votos de Estabilidad.
Febrero 1928: II Noviciado, Grugliasco.
Visitas de familia: Diciembre 1950, Diciembre 1960, Mayo 1968.
Al País: 28.03.1913.
Fallecimiento: +23.04.1974 — Rosario — 75 Años y 59 Años de Hermano Marista.
Víctor Antoine Loupias, francés de origen, era el segundo de una familia de 6 hermanos, las cuatro niñas menores que él. Su padre, agricultor, falleció en 1943. Su madre, Caroline Raynal, dejó este mundo en 1944. Consta el lugar de residencia de dos de sus hermanas: Sra. Elia L. de Boutonnet, 45 Rue Mourad-París, y Sra. Gabrielle L. de Magna, Chemin de Trois Buissons – Albi (Tarn).
Fue bautizado en la parroquia del pueblo al día siguiente de nacer, y confirmado en la misma, sin que se indique fecha.
Documentos: C.I. nº 1161273 de Policía Federal; L. de Enrolamiento 702002, Distrito Militar 14. Nacionalizado argentino el 10 de julio de 1933.
Títulos habilitantes: TÍTULO ELEMENTAL DEL MAGISTERIO, Provincia de Buenos Aires, 1947 (Primaria); DECRETO DEL PODER EJECUTIVO/1926, y figura su habilitación para enseñar Geografía y Francés . En 1930 revista una RESOLUCIÓN MINISTERIAL del mismo alcance, y otro tanto se diga para documento de 1950.
El mismo año de la apertura del Colegio San José de Morón se inició como maestro: es uno de los fundadores del establecimiento. Sus mayores estadías han sido en el Instituto Alvear, 17 años, y en el C. Nuestra Señora del Rosario, 15 años. En la nota necrológica, el autor hace mención a este hecho de la intervención quirúrgica realizada a nuestro biografiado, y que se halla en el número de noviembre 1973, pág. 42. Citamos: “El Martes… 25 de setiembre fue sometido a una delicada operación en el intestino el Hno. Eleázaro. Se realizó en el Sanatorio Palace de esta ciudad y duró desde las 8 hasta las 16. Gracias a Dios se cumplió con pleno éxito y el querido enfermo se fue recuperando muy bien desde los primeros momentos, aunque con la natural lentitud que el caso presentó. En prensa estas páginas, el querido cohermano, muy débil aún, ha regresado al colegio donde seguirá en el camino de la lenta recuperación. Así se lo pedimos a Dios y a nuestra Patrona”. En la misma página, más abajo, leemos: “Aquí tenemos la ineludible obligación de poner unas emocionadas palabras de agradecimiento y de sincera admiración para el querido y abnegado Hno. Fausto López, “el doctor López”… de todos bien conocido y apreciado por sus imponderables condiciones y de cuidador de operados y enfermos. Después de dejar en buenas condiciones al Hno. Eleázaro, regresó el día 10 de octubre a su puesto de trabajo en Buenos Aires”.
En la crónica que sigue, obviamos la larga comparación que encontramos entre el prólogo y el cuerpo de un artículo, y cierta aplicación a la vida humana. Cf. abril 1974, págs. 6-9.
EN MEMORIA — +Hno. EMILIO ELEÁZARO (VÍCTOR ANTONIO LOUPIAS).
(…) “Queremos auscultar bucear en lo vivo y palpitante, en lo íntimo y acendrado de la vida y de la existencia de la persona biografiada y con cuyos actos y hechos, en afirmación comunional, nos unimos a la provechosa intencionalidad de seguir sus pasos, de imitar sus gestos y actitudes, de asimilar sus acciones y virtudes. (…)”.
Echa un vistazo sobre su origen y grandes rasgos biográficos, y nos dice algo que no trae la ficha de Secretaría Provincial, y es que “ingresó al Juniorado marista dependiente de la Provincia de Saint-Paul-3-Châteaux, de la cual formaba parte el entonces Distrito Marista de Argentina. En previsión de ser destinado a la Argentina fue al poco tiempo enviado al Juniorado de Vich, en España, juntamente con François Albinet (Hno. Pablo Desiderio, ya fallecido también), el cual pasó al juniorado de Carrión de los Condes hasta su venida a la Argentina”.
Finalizado el pantallazo en torno de su currículum, continúa así: “Como oportunamente informamos en ELEVACIÓN el 25 de Septiembre pasado fue sometido a delicada y larga operación en el intestino, de la que salió con esperanzas de completo restablecimiento. Así lo creíamos durante los meses siguientes, ya que iba, poco a poco, revitalizándose y entrando con buen aire y plenos deseos en la actividad comunitaria y brindando su entusiasta colaboración en la Administración, pues en los meses de verano estuvo al frente de la misma, con entera responsabilidad y “savoir faire”. En un alentador estado físico y anímico tenía listos los documentos para hacer el viaje a Francia, en visita de familia. Pero Dios había dispuesto otro viaje, con la llamada a su lado en el Cielo.
Pero a mediados de marzo su entereza y buenos deseos se enfrentaron de nuevo con la reactivación del mal canceroso que no había desaparecido y se le presentó una hepatitis que le obligó a subir a su habitación y guardar cama, pues las fuerzas se le disminuían. Y así a los quince días, a pesar de la adecuada medicación y demás cuidados se apagó su vida a las cinco de la mañana del día 23 de Abril, conforme hemos dicho, cuando el abnegado Hno. Santiago García, instalado en la habitación contigua, ante un llamado de él, acudió a atenderlo, sin que presentara síntomas de muerte, pero a los pocos instantes, tras una breve y jadeante respiración, el corazón dejó de latir y su alma voló al encuentro del Padre Celestial. (…) Luego, el cadáver fue trasladado a la Capilla, donde a las 8 el alumnado en pleno asistió a la Misa de Cuerpo Presente, que ofició el Superior de los Padres Agustinos y pronunció emocionada plática. Muchos alumnos comulgaron y después de la misa los alumnos mayores se quedaron rezando frente a sus restos, como demostración del grande y profundo aprecio que tenían al querido difunto. La prensa, la radio y los canales de T. V. anunciaron su fallecimiento. No hubo actividad lectiva durante el día ni tampoco al día siguiente. Y durante todo el día la Capilla Ardiente fue visitada por alumnos, exalumnos y familias. Y a las 20 nuestro Cura Párroco, R. P. Néstor Grenón, ofició la Santa Misa con asistencia de numerosas familias, quienes hasta la medianoche se fueron turnando, juntamente con los Hermanos, en la visita de la capilla para rendir el homenaje de admiración y de respeto al venerado difunto y rezar por el eterno descanso de su alma”.
Del traslado a Luján, y era su deseo el de ser depositado allí, destacamos que lo acompañaron en tres coches, los HH. Salvador —Director y Superior— León Gonzalo, Filomeno, Luis Antonio, Santiago García, Francisco y Ricardo. También los profesores Raúl Louhau, Ricardo Marchano y Luis Daloisio y dos empleados.
Un importante grupo de Hermanos de la Villa y del Colegio esperan al séquito. A las 10, con la presencia de Hermanos venidos de los colegios de la capital y de Pilar, y tras un responso en la capilla, se lo trasladó a pulso procesionalmente. En el Panteón Marista, rezadas las oraciones rituales y con el canto de la Salve, el féretro fue depositado en el nicho, donde sus restos descansarán frente y cerca de la Basílica de la Virgen de Luján, junto a los otros muchos Hermanos quienes como él supieron ser fieles a la palabra empeñada y a los compromisos asumidos como Hijos de María en la Congregación Marista. Y continúa el texto.
“La vida del Hno. Eleázaro es única por su estructuración y por sus vivencias de identidad. Hombres como él son los que necesitamos, pero, aunque nos pese, ellos, como los titanes, “no están casi nunca de vuelta”.
Su vida se realizó normalmente y sin saltos ni cortaduras, modesta, humilde y sencilla, con la continuidad de un argumento, que empieza con una llamada, se desarrolla con una respuesta y se ratifica con la luminosa marcha de una presencia perfilada y permanente, que se plasma en virtud preclara y se manifiesta en la fidelidad constante a la vocación abrazada, aunque asuma exigencias; y se atiene a las razones del espíritu de Dios, que son siempre las menos recibidas en las audiencias del interés.
Por eso fue hombre de alma sin aristas, de corazón sin anfractuosidades. Fue un Marista cien por ciento, claro como el agua limpia de hontanar profundo, abierto como la aurora que no esconde sus riquezas luminosas, digno como exige el Apóstol de todo seguidor de Cristo y fiel como perfecto imitador del Beato Fundador de los Maristas. Fue sentido profundo de la vida como tal, que no lució nunca la flor de los elogios, pero que supo brindarlos generoso y con franqueza a quien los mereció. Así, con su peculiar donaire francés y la gentileza de su estirpe. Mostró siempre en otras facetas su carácter ecuánime y atrayente, de actitud serena y tranquila, con propios y extraños, sin altibajos ni exabruptos, dispuesto siempre al gesto sencillo y cautivante, a la palabra atenta y complaciente y desconocedor de cuanta expresión pudiera malsonar o herir a las personas.
Podríamos decir además que toda su magnífica vida fue ejemplar y modelada en el deber sabido y en el hacer cumplido sin retaceos ni medianías y se conexiona en torno a una línea de conducta de acendradas motivaciones adquiridas durante su larga existencia en el marco de las fieles observancias de la Vida Religiosa, señaladas por Marcelino Champagnat y por los Superiores, en la ineludible escala de valores perennes de jerarquía, servicio y hermandad, trazados por nuestro Fundador; tres pilares sobre los cuales se basa y fundamenta la que un exalumno denominó la “Internacional Marista” de cooperación, de pervivencia y de amor franco y leal.
El Hno. Eleázaro, con su conducta sin dobleces, con su comportamiento sin claudicaciones, supo responder siempre a las “reglas de juego” que la gloria de Dios y el prestigio del Instituto Marista le impusieron, cuando recibió el Hábito del Beato Champagnat y se entregó con entusiasmo y amor a la vocación de Hermano Marista. Y a este estado espiritual llegó, porque su alma había adquirido la “solera” espiritual y la talla virtuosa que solamente consiguen los hombres de su alcurnia y logran los religiosos de su sólida y rica prosapia.
Por eso su vida en la marcha y en los destinos de nuestra Provincia Marista y en las obras maristas queda, en los momentos actuales, nada alentadores y llenos de inquietudes, como lucernario radiante y permanente que guiará nuestros pasos cuando, ante nuestro modo de pensar humano y desfalleciente, tememos que las sombras del temor nos invadan y pretendan hacernos echar atrás y al borde del camino, ante el tremendo patetismo de la deserción y de la cobardía.
El 24 de Abril dimos el adiós solemne y conmovido a los restos mortales del inolvidable y querido Hno. Eleázaro, un adiós en su exacta etimología, que no es más que poner en alto el corazón y la mano extendida para una segura cita de reencuentro feliz y definitivo en el lugar sin fin y sin ocaso de la Casa del Padre Común, allí donde no habrá más separación ni desencuentro.
Con su vida admirable y luminosa el Hno. Eleázaro nos ha dejado un molde único de sólido bronce espiritual en el que calcaremos la nuestra siguiendo sus pasos.
Así parece que desde la gloria eterna el querido difunto nos dice con el viejo cantar:
“NO MALGASTES TUS DÍAS, SIRVE A DIOS CON AMOR Y EN EL ÚLTIMO DÍA BIEN SABRÁS SU VALOR…”
…Leoncillo Rosario, 25 de Abril de 1974…
En la página 5 del mismo ejemplar, encontramos un comunicado de la Embajada Francesa. Presenta Leoncillo.
ALTO RELIEVE. Honrosa Distinción.
Ya veo al benemérito y muy dilecto Hermano E. ELEÁZARO (Víctor Antonio Loupias) enderezando el dedo contra mí, en gesto de reproche, porque así es humilde y sencillo y modesto, para llamarme “sérieusement” la atención, por haberme atrevido, en función periodística, a “echar a vuelo” las campanas de la gloria y haber “tocado el rebato” el bombo de la fama, para dar a conocer la grata e importante noticia de haberse hecho acreedor, dicho Hermano, a la condecoración de “Chevalier dans l’Ordre des Palmes Académiques” dada por el gobierno de Francia, conforme damos a conocer en esta página de ELEVACIÓN.
Sabemos los Hermanos y lo saben muy bien cuantos conocen al Hno. Eleázaro y son muchos, su destacada y rica existencia y sus eminentes méritos, que son honra y prez del Instituto Marista y cuyos prestigios se iluminan, una vez más, con el merecido galardón otorgada por el gobierno de Francia a este ejemplar discípulo de Marcelino Champagnat, digno hijo de la “belle France” y admirado integrante de nuestra Provincia Marista de Córdoba, con larga y luminosa trayectoria de auténtico “pioner”, desde hace casi sesenta años en la educación Marista en la Argentina, desde sus primeras actividades docentes, allá en 1917, en Morón y luego en Mendoza, continuadas después en Luján, en el Alvear, en Belgrano y finalmente en Rosario donde lo encontramos siempre laborioso y atento en tareas relacionadas con la administración.
Y le llega este preciado galardón en momento muy gratos para él, porque cuando estas líneas salgan a la imprenta tendrá “puesto ya el pie en el estribo”… de subir al avión, que le llevará a su tierra natal, donde reforzará su salud, un tanto quebrantada por la operación sufrida en Septiembre del año pasado, y renovará sus bríos con los aires patrios y con el gozo del ambiente familiar.
Felicitamos muy cordialmente con fraternal admiración y acendrado afecto al querido Hno. Eleázaro por tan destacada distinción, que en él nos honra a todos los Maristas y agradecemos al gobierno de Francia por este galardón tan preciado, con que se ha dignado premiar la larga y valiosa labor docente de uno de sus hijos en la República Argentina.
Publicamos a continuación el Decreto correspondiente:
AMBASSADE DE FRANCE EN ARGENTINE PG/CO. Buenos Aires, le 25 Mars 1974, Mons Révérend Frère:
J’ai l’honneur de vous faire savoir que par dêcret en date du 13 février 1974 vous avez été nommé CHEVALIER dans l’Odre des palmes a l’Education Nationale.
Il m’est particulierement agréable de vous adresser mes vives félicitations pour cette distinction, et je vous prie d’agréer, Mons Révérend Frère, l’expression de mes sentiments choisis.
Le Conseiller Culturel et de Coopération Scientifique et Technique Philippe GREFFET Révérend Frère Víctor LOUPIAS, Oroño 770- ROSARIO.
PALABRAS RELEVANTES.
Las siguientes palabras debió leerlas el Hno. Eleázaro en el acto de recibir las “Palmas Académicas” el 27 de abril. La muerte le llamó a recibirlas “palmas eternas”.
“Señor Consejero General, Señor Cónsul de Francia en Rosario, Señoras, Señores: Ante todo permítame, Señor Consejero de Francia, decirle que nos sentimos sinceramente complacidos y muy honrados de tenerlo entre nosotros.
Le agradezco de corazón, Señor Consejero, el gesto generoso que acaba de cumplir a mi respecto. Quiera creerme que mis cohermanos y yo mismo nos sentimos muy sensibilizados. Sin embargo permítame desconocer el mérito que me ha sido atribuido, ya que es a mi Congregación a la que soy deudor en mayor parte del bien que haya podido realizar. Ofrezco esta insigne distinción a mi Congregación y a su Fundador el Beato Marcelino Champagnat, quien fue a la vez un gran Santo y un gran francés: en cuanto a mí, no soy más que el depositario. Sí, Champagnat fue un gran apóstol de la Iglesia y de Francia. Gracias a él la Congregación de los Hermanos Maristas puede llevar actualmente una expansión luminosa de la Cultura Francesa en el Apostolado del Cristianismo a través de sus 350.000 alumnos repartidos en todos los continentes.
Permítame expresarle mis mejores votos para con esta tierra de Argentina siempre acogedora y a la que estoy profundamente adherido después de 60 años de apostolado entre su magnífica juventud. Patria generosa que nos ofrece tan graciosamente la hospitalidad y que por sus bellezas y sus nobles y sólidas tradiciones cristianas nos recuerda constantemente nuestra propia patria.
Que Dios bendiga y proteja a Francia y a la Argentina, a la Argentina y a Francia, así como también a los países latinos aquí representados: España e Italia cuya cálida y reconfortante amistad recubre recíprocamente a nuestras queridas Patrias VIVE L’ARGENTINE ET VIVE LA FRANCE”.