Back to all Post

HNO. SEPTIMIO

Nombre Civil: WALSH Tomás Alfredo.

Fecha de Nacimiento: 05/04/1914.

Lugar de Nacimiento: Navarro — Provincia de Buenos Aires — Argentina.

Fecha de Profesión: 13/01/1931.

Fecha de Defunsión: 02/07/1990.

Estable 1914 – 1990.
Nacimiento: 05/04/1914 — Navarro — Provincia de Buenos Aires — Argentina.
16/07/1926: Ingreso al Juniorado en Luján.
25/02/1929: Postulantado.
01/01/1930: Toma de Hábito.
13/01/1931: Primera Profesión.
13/01/1931: Votos Temporales.
31/01/1936: Votos Perpetuos.
Fallecimiento: +02/07/1990 — Buenos Aires — 76 Años y 60 Años de Vida Religiosa.

WALSH, Tomás Alfredo, es originario de la Ciudad de Navarro, Provincia de Buenos Aires. Fecha de nacimiento, 5 de abril de 1914. Su padre, Patricio Lorenzo. Empleado nacional. Fallecido en 1946. Su madre, Kitty Keegan, cuyo deceso fue en 1922, a los 8 años de Tomás. Por años, su hermano Dionisio fue Administrador de la estancia San Jacinto, en Mercedes. Y su otro hermano, Edmundo, gerenciaba una empresa de viajes estudiantiles, cuyos ofrecimientos de servicios han sido recibidos por colegios nuestros. Figura en ficha, como domicilio, Directorio y Lacarra, en esta capital. Teléfono 67 – 3044. En cuanto a fechas, todo quedó escrito al hacerse la ficha provincial de Septimio. No ha sido actualizado.

Cronología vocacional del Hno. Septimio. Contando 12 años, tuvo lugar su ingreso al Juniorado de Luján. Fue el día de la Virgen del Carmen, 16 de julio, 1926. Casi tres años después, el 25.02.1929, inicia su Postulantado. Poco menos de un año más, y ya tenemos al novicio Hno. Septimio, con la Toma de Hábito. Fecha: 01.01.1930. No obstante los cambios que tuvimos con nuestros nombres, él fue llamado Septimio hasta el fin de sus días. Primeros votos temporales, el 13.01.1931. Recordemos que al Hábito se agregaba el uso del cordón. Con sus tres nudos hacía presente el compromiso contraído de los votos religiosos. A los cinco años de profesión temporal, emite los votos perpetuos, el 31.01.1936.

Otros extremos, según su ficha. Segundo Noviciado, en Saint-Quentin-Fallavier. Segundo turno de 1951, iniciado en agosto.
Títulos Habilitantes: E. Primaria, TÍTULO ELEMENTAL DEL MAGISTERIO, provincia de Buenos Aires, 1932. E. Secundaria: TÍTULO SUPERIOR DEL MAGISTERIO, 1936. Consejero Provincial: Desde abril/1967 hasta 1976. Delegado: Por elección de los hermanos, dos veces fue Delegado Capitular.

Grilla De Obediencias Y Misiones:
—1931, Villa San José ….. Escolástico.
—1932/1933, Escolasticado ….. Profesor.
—1934/1935, Marcos Juárez ….. Maestro.
—I-1936, Juniorado ….. Profesor.
—IX-1936, Morón ….. Profesor.
—1937/1942, Escolasticado ….. Profesor.
—1943-VII/1951, Colegio Sagrada Familia ….. Revistas.
—VIII-1948/1990 ….. Secretaría Cons. Sup. Educ. Cat.
—III-1952/1990 ….. Rector del Profesorado, CONSUDEC.
—13.10.1990 ….. Distinción del Divino Maestro.

Distinción Que Le Fue Entregada Post Mortem.
Enhebrando varios recuerdos…

# En sus años de profesor en la Villa San José, apoyaba la tarea de Secundaria en el colegio. El Dr. Anghileri me expresó su capacidad docente, incluida su visión de despertar el interés en los alumnos. Se refería expresamente a su labor como profesor de Sicología y Lógica. Les entregaba un apunte resumen de la asignatura, encuadernado como librillo. Llegué a tener en mis manos este elemento docente.

# ¡Aquél período persecutorio, desde el 8 de diciembre de 1954 hasta la caída del dictador Perón en septiembre de 1955! Septimio preparaba originales de panfletos. Se distribuían a varios centros de multiplicación, que los desparramaban en sus lugares. El Hno. Tiburcio (Jesús Casal) era el transportista hacia La Plata. Hubo requisa policial en casa de la Sagrada Familia. Revisaron. No recuerdo dónde escondieron el mimeógrafo. Levantaron la tapa de pupitres de la sala común. Habían sido retirados todos los ejemplares sueltos de los malhadados panfletos, arma odiosa y deslizante, serpenteo sin crótalo denunciador, que andaba por todas partes enloqueciendo al gobierno…¡inencontrable como un fantasma! La oportuna Providencia permitió que no levantaran la tapa del que guardaba, flotando sobre los libros, el sólo ejemplar no ocultado. Había que tener buena memoria – imaginación espacial para captar la existencia de un cuartito que daba a escalera, pared sin ventana. Los requisidores carecían de tal atributo, y no lo descubrieron. Estaba el archivo de los ejemplares, y, posiblemente, el temible mimeógrafo.

# La tarde del 16 de junio/1955.
Tras el bombardeo aeronaval de aquel día, sobrevino la búsqueda de los sacerdotes y religiosos en casi todo el país, y su encarcelamiento en las comisarías. El Hno. Septimio no estaba entre quienes fueron llevados de calle Cochabamba. Con todo, inquisidor como era, se arrimó al Colegio Champagnat, ¡a ver qué pasaba! Y ahí lo detuvo la policía. # Inquiría la potencia defensiva que se podía lograr arrojando sifones llenos desde las ventanas que dan sobre Cochabamba. Los Hermanos se parapetaron tras la pared que bordea el patio jardín central de Sagrada Familia. En esos años era piso de lajas. Desde el primer piso, dejó caer un sifón de soda a mitad lleno. Fue una explosión de aupa. La base del recipiente se desprendió violentamente y fue a dar contra una de las paredes circundantes. Sí, se podía confiar.

# Por 1940, la embajada española organizó un concurso. El tema del trabajo era la armada naval española. De premio, un viaje a España, con todo pago, y diversas visitas, especialmente relacionadas con puertos y naves. Septimio participó. Obtuvo el galardón al mejor trabajo. La proclamación tuvo lugar en el Colegio Champagnat, pero no efectivizó la premiación, por razones obvias y muy de la época.

# Era de una memoria impresionante. Créame esto que le cuento. Lo viví personalmente. Fueron dos de las ocasiones en las que asistí a la entrega de la Distinción del DIVINO MAESTRO. Clásica la belleza de los medallones que leía para cada distinguido, pero no me refiero a esto. Un año, nombró a todos los premiados, curso escolar por curso escolar, los de cada año. Eran más de 110. Un curso o dos después, los nombró provincia Argentina por provincia. Sin papel, a pura guapeza de memoria. Costaba creerlo. Pero, como dice un Hermanito Marista, “Auténtico, sí señor!” Te lo cuenta quien lo vivió y lo vio.

# Llamativamente, notamos en él una particular sensibilidad para copar totalmente la conversación en la mesa. Fue en los años en que, en función de mi cargo, la casa de residencia era la Sagrada Familia. Períodos en los que se daba en él una como imposibilidad de que otro tuviera “el mango” de la conversación. Pero, creo, nunca se lo notó descompensado por los problemas inherentes a la Enseñanza Privada, que pasaban invariablemente por su sistema nervioso. Inclusive, en los años del Congreso Pedagógico y otros problemas suscitados por la política del partido gobernante, radical. Uno de sus más importantes detentores, lo fue a ver. De mala manera, y refiriéndose a artículos editoriales suyos en el periódico CONSUDEC, le expresó que eran porque, como instancia de la Iglesia Católica, no se había conseguido avalar la aprobación de la ley de divorcio, votada bajo el gobierno del Dr. Alfonsín. Inclusive, le era clásica la respuesta en los peores momentos, hablando por teléfono. Recuerdo perfectamente: “¿Qué tal, Septimio?” Mi pregunta. Con sílabas netamente pronunciadas, y exclamativamente: “¡Todo bien!”

# En este mismo contexto de serenidad, supe de su absoluta calma y humildad frente a una dama importante, dentro de la pastoral arquidiocesana. Fue en una jornada referida a colegios católicos. Terminada, dicha persona fue a verlo. Totalmente opuesta, en contradicción con algunos de las aspectos del trabajo hecho. Casi en un reto. Reaccionó humildísimamente.

# Recuerdo haber sabido que jugaba de winger en los cursos de verano, en Luján. El Hno. José Mediavilla me lo ha confirmado, y completa diciendo que lo hacía en la punta derecha, “con buena carrera”. Hincha de River Plate, no dejaba de comunicarse telefónicamente con el Prof. Alfredo Tagliabúe por cuestiones profesionales, siendo el Profesor Director Nacional de la Superintendencia de la Enseñanza Privada. Agregaban algún comentario sobre la divisa preferida de ambos. Simpatía futbolística que no era óbice para una gran amistad con dos Hermanos boquenses, Baltasar Pérez e Isidoro Agúndez.

# Al iniciarse la modalidad actual de la Enseñanza Privada, con el aporte y las reglamentaciones diversas, muchos colegios del interior le hablaban por teléfono en términos de hacerle consultas. Por razones de líneas liberadas para la comunicación, era frecuente el llamado nocturno. A fin de proporcionar comodidad a su comunidad, se lo proveyó de un espacio aparte, que las posteriores transformaciones han hecho desaparecer. Estaba más o menos a continuación de lo que actualmente es el salón del Consejo Provincial. Era un rectángulo alargado, con puerta hacia el actual pasillo y ventana hacia el patio interior. Allí tenía su escritorio de trabajo en la casa. La cama estaba empotrada bajo una repisa, y velada a la vista por una cortina corrediza. La armaba y desarmaba. El colchón y cobijas las guardaba cada día en un armario colocado en pieza interior del sector. Enrollaba el conjunto y, abarcándolo con ambos brazos contra el pecho, lo llevaba a guardar. A la noche, el movimiento inverso. Así, durante unos 12 años. Por 1967, un profesor a quien debieron indemnizar, de la rama de Filosofía y Pedagogía, fue a verlo para convencerlo de la falta de adecuación del hecho con la objetividad, o sea, con su capacidad docente. El mismo Septimio me contó que estuvo desde las 8:30 hasta las 12:30 en tal diálogo. Para colmo, la estrechez del recinto hacía imposible todo escape, dada la colocación del mueble escritorio y la silla con el interlocutor. Doy fe de que era lo que correspondía, y la despedida quedó en firme. Tratándose de muy buena persona, me alegró saber que, tiempo después, lo llamaron para trabajar desde la misma SNEP.

# En año/s en que el Escolasticado funcionaba en Sagrada Familia, a la noche y ya en su pieza, los oía pasar, y eran varios. Hablaba del “ciempiés.”

# Durante años, profesó una muy notable preferencia por el libro “Augustin, ou le Maître est là.”

# Estando por ingresar en el 4º piso de la Secretaría de Consudec, se le acercó un caballero de civil, y le dijo, luego de saludarlo: “Soy de la Policía Federal.” Septimio, buen bromista, le respondió enseguida: “Mire, cuando yo llegué ya se habían ido todos.” “Padre, no me diga eso.” “Padre”: toda su vida vistió el hábito, sin cuello, ni cordón, ni cruz.

# El Hno. Samuel Eutimio nos pasó el “himno humorístico” de los Hermanos en Marcos Juárez, por los años de 1934 – 1935. Muy jóvenes, estaban él, Septimio…

DESARROLLADO POR ENERGICA CREATIVOS