Nombre Civil: Cirilo Bravo.
Fecha de Nacimiento: 09/07/1900.
Lugar de Nacimiento: Collazos de Boedo — Provincia de Palencia — España.
Fecha de Profesión: 06/01/1917.
Fecha de Defunsión: 11/05/1918.
Profeso Temporal 1900 – 1918.
Nacimiento: España 9/7/1900.
Junio 1912 : Ingresa en el Juniorado de CARRIÓN DE LOS CONDES, del que es miembro fundador.
23/8/1916: Con su grupo desembarca en Buenos Aires.
6/ 1/1917: Toma de Hábito.
Enferma de tifus.
+11/5/1918 18 Años.
PRIMER HERMANO PERSEVERANTE DEL
JUNIORADO DE CARRIÓN DE LOS CONDES
Cirilo Bravo, nació el 9 de julio de 1900 en Collazos de Boedo, Pcia. de Palencia. Ingresa en el Juniorado de Carrión de los Condes en junio de 1912, siendo miembro del grupo fundador. Era de muy buena capacidad intelectual, versátil en sus habilidades. Sobresaliente en cuanto emprendía. De genio algo vivo, y muchacho de gran corazón. El Hno. Filogonio, Director del Juniorado, le profesaba mucha estima.
También fue miembro del primer grupo de juniores que envió dicha casa de formación a nuestra Provincia. Eran cuatro. Venían acompañados por el Hno. Donaciano. Llegaron a Luján el 23 de agosto, 1916. De la misma tanda de novicios que tomó el Hábito el 6 de enero de 1917, compañero del Hno. Daniel Bernardino.
AI final del Noviciado se manifestaron los inicios de la enfermedad que produjo su fallecimiento durante el Escolasticado, el sábado 11 de mayo de 1918.
Del Hno. Paulius: “Mayo 11. Fallece a las 11 y 35, mi querido H. Ramón Floriberto. Tenía 18 años de edad y hacía 6 que estaba en el Instituto, después de nueve años de enfermedad. Gracias, Señor, por haberme permitido que yo recogiera su última lágrima. Otro de los que han tomado los hábitos en el año del centenario y uno de los mejores. Señora, dueña de este Instituto. Te doy gracias por él y con él. Haz que, por el H. Ramón Floriberto, alcance de Tu Hijo la gracia de la perseverancia para los otros 13 que quedan. Consigue para nosotros muchas y hermosas vocaciones y seguras para nuestro Instituto.”
De “Cronología del Instituto”, Roma 1976, pág.193:
“1912- abril El Hno. Filogonio, de la Provincia de Méjico, llega a Carrión de los Condes. Objetivo : fundar un Juniorado para las Provincias de Colombia, Méjico y para el Distrito de Argentina.”
Fue de larga y muy fecunda historia. Unos mil Hermanos brotaron de ese extraordinario semillero. Argentina se benefició con muchos de ellos.
Anales de la Casa Provincial, pág. 90 – 92.
“Muerte del joven escolástico HNO. RAMÓN FLORIBERTO. El joven Cirilo Bravo nació en Collazos de Boedo (España) siendo sus padres piadosos y ejemplares cristianos que supieron dar al niño una sólida educación en su infancia.
A mediados del año 1912 ingresó en el Juniorato de Carrión de los Condes, que en ese año se fundaba, siendo su primer Director el ya finado y de tan gratos recuerdos para los que hemos tenido la dicha de conocerle el Hno. Filogonio Oller. Allí estuvo nuestro grato jovencito dos años y medio siendo la edificación de cuantos le conocieron. Lleno de ardor por las misiones, suspiraba tras el día de la salida para la Rca. Argentina, lugar a la que fue elegido. Y el año 1917 bajo la dirección del buen H. Donaciano y en compañía de otros jóvenes juniores de Carrión de los Condes llegaban a principios del mes de Enero a nuestro Distrito Marista Argentino Marista.
Llegado que hubo al país dio comienzo en la Casa de Formación a su postulantado, primer período de prueba que supo llevarlo sin que disminuyese por eso su constancia y su piedad.
Terminado el postulantado vio con inmenso júbilo llegar el día de dar un solemne adiós a las vanidades del mundo y el 6 de enero de 1917 por vez primera revestía el Santo Hábito.
Revestido ya con las libreas de María aumentó aún más su fervor. En sus frecuentes visitas al Ssmo. Sacramento, en el ejercicio del Viacrucis, en sus oraciones diarias, en sus metódicos estudios, en sus variados trabajos, en todo era aplica-do y constante. Sus maestros no tuvieron para él sino palabras de satisfacción, elocuente testimonio de su conducta siempre edificante.
Hasta aquí la enfermedad no había probado la virtud de este hermanito. Pero antes de terminar su noviciado viose atacado de tuberculosis pulmonar que en cosa de pocos meses fue minando su cuerpo robusto que fuera la causa de su prematura muerte. Dios quería con este medio purificarle y prepararle con una larga enfermedad a una buena muerte.
El 16 de enero de 1918 hizo la Profesión Religiosa con otro grupo de jóvenes Hermanitos.
La enfermedad iba siguiendo su curso hasta que viendo cada día que sus fuerzas le iban faltando y no pudiendo más tenerse parado, no pudo menos que guardar cama para no levantarse más.
Se prodigaron todos los cuidados posibles, los remedios, visitas del Doctor, las precauciones, etc…. nada se omitió para alargar los días de su vida y para mitigar su dolor.
Él en cambio de tan delicadas atenciones por parte de los Hermanos, se mostraba siempre afable, agradecido y alegre, con la sonrisa en los labios y el amor en el corazón, no hallando palabras para expresar su vivo agradecimiento para con los Hermanos que le servían.
Rezaba con gran fervor las oraciones de Regla y dirigía muy a menudo frecuentes jaculatorias.
Cada mañana recibía la Santa Comunión, siendo este gran alimento espiritual lo que le robustecía a su alma y le daba aliento para soportar su enfermedad.
Una o dos semanas antes de su muerte el Rdo. Hno. Visitador, le representó la orientación que tomaba su enfermedad, la posibilidad de que esta enfermedad pusiera término a sus días y por consiguiente cuánto convenía estar bien preparado.
¡Oh! y cuán bien estaba preparado para morir; la muerte no le espantaba, la veía venir como a una dulce mensajera que le habría de abrir las puertas del cielo.
Cada día se acentuaba más el mal, la respiración se volvió más difícil, la enfermedad le iba gastando y debilitándolo a cada momento su extenuado cuerpo y se veía llegar el término de su existencia.
Vista su situación se confesó por última vez, y días antes había recibido el Sacramento de la Extremaunción. Pocos momentos después recibía gozoso el supremo consuelo que ofrece la Iglesia a sus fieles en sus últimos momentos: la Indulgencia Plenaria “in articulo mortis”. Unos momentos después descansaba suavemente en el Señor extinguiéndose su corta existencia a los 17 años de su edad.
Inmediatamente se rezaron para el eterno descanso de su alma el “Deprofundis” y las Letanías de la Santísima Virgen.
Enseguida se le revistió con su Hábito religioso, quedando nuestro querido difunto expuesto en Capilla ar-diente para que los moradores de la “Casa San José” fueran a tributarle en varios grupos, el homenaje de sus fervorosas oraciones para el eterno descanso de su alma.
Al día siguiente después de su muerte, nuestro Rdo. Padre Capellán celebró Misa de Requiem siendo cantada por todos los miembros de nuestra Casa de Formación.
Acto seguido tuvo lugar el entierro. El cortejo fúnebre estaba formado por los cien y tantos moradores de la Casa que acompañaron a nuestro inolvidable y tan recordado hermanito al cementerio de la localidad y ahora su cuerpo duerme su último sueño a la sombra de la Cruz en nuestro Panteón junto a las tumbas de otros de nuestros queridos Hermanos que como él aguar dan el día de la gloriosa Resurrección.”
Nuestro Hermano, fallecido siendo escolástico, ya tiene sus páginas en las carpetas 1 y 21. En la presente, el aporte está tomado del trabajo del Hno. Fredien, PROVINCIA MARISTA ARGENTINA, 1903 – 1953. Ciertamente que es grande la coincidencia frente a los ANALES DE LA CASA PROVINCIAL, como puede leerse en la carpeta 21, pero se hacen presente matices distintos y buenos a considerar. Siguen las páginas 37 – 38.
De la misma tanda de Novicios que vistieron el santo Hábito el 6 de enero de 1917, el Señor eligió dos para su vergel celestial, el primero en el período del Noviciado, fue el Hno. Daniel Bernardino. El otro, después de unos seis meses de Escolasticado.
Cirilo Bravo, así se llamaba el niño, nació el 9 de julio del 1900, en Collazos de Boedo, provincia de Palencia (España). Pasó varios años en el Juniorato de Carrión de los Condes. Antes de venir a la Argentina, pasó varios meses en el Postulantado de las Avellanas; de allí lo enviaron de nuevo a Carrión antes de embarcarse.
Entró en el Juniorato de Carrión de los Condes en junio de 1912.
Uno de sus profesores del Noviciado dice lo siguiente: ‘El Hno. Ramón Floriberto era un gran trabajador, favorecido con dotes especiales de inteligencia y activo para cualquier clase de ocupaciones.”
Era muy piadoso, abnegado, obediente a su Maestro de Novicios y Hermano Profesor; los deseos de éstos parecían una orden para él. Lo resume todo diciendo que este Hermano hizo bien su Noviciado y con verdadera edificación para Postulantes y Novicios del año 1917.
Uno de sus connovicios dice: “Era clasificado como uno de los más inteligentes que había en el Juniorato de Carrión en los años 1914 y 1915. Casi siempre salía uno de los primeros de la clase superior.
Pero, más que por la inteligencia, sobresalía por su buen corazón. Recuerdo perfectamente los buenos oficios que desempeñó conmigo, recién llegado, para ponerme al tanto de las disposiciones reglamentarias, y con otros juniores solía hacer lo mismo. El Rev. Hno. Filogonio, Director del Juniorato, le profesaba gran estima.”
El Postulantado y Noviciado lo hizo con toda seriedad y aprovechamiento, sobresaliendo en todo cuanto emprendía. Injusto sería desconocer ciertas cualidades y virtudes, acompañadas de su genio algo vivo.
Al fin del Noviciado se manifestaron los gérmenes de la enfermedad que lo llevó a la tumba al año siguiente, muriendo de una muerte muy edificante, rodeado en su último momento de su querido Hermano Maestro, entregando su alma al Señor el sábado 11 de mayo de 1918. (…)
Compendiando todo en breves líneas, nos hace llegar otros datos que agregaremos a los anteriores, un Hermano que vino de junior con él.
Con él se embarcaron en Barcelona cuatro juniores el día 4 de agosto de 1916, llegando a Luján el 23 de agosto.
Durante los meses de su enfermedad fue un modelo de resignación, acatando con entera conformidad la voluntad de Dios. Por más agudo que fuera el dolor, nunca se le oía manifestar una queja, ni acto de impaciencia.
Procuró hasta los últimos días en que se vio postrado en cama sin poderse levantar, el acercarse a la Santa Comunión cada mañana.
Siendo Junior fundador de Carrión de los Condes, es el primero que la Provincia Argentina tiene entre los Hermanos que dicho Juniorato nos ha mandado desde el año 1916, figurando en su lista de queridos difuntos.
Poco tiempo vivió de vida Marista, lo suficiente para verse revestido de las libreas de María, con el galardón de la perseverancia hasta el fin. Paz en su Tumba.”