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HNO. RAFAEL ISCARO

Nombre Civil: Rafael Iscaro.

Fecha de Nacimiento: 11/04/1927.

Lugar de Nacimiento: Provincia de Avelino — Italia.

Fecha de Profesión: 15/08/1944.

Fecha de Defunsión: 02/08/1992.

Profeso Perpetuo 1927 – 1992.
Nacimiento: Italia 11.04.1927.
22.08.1940: Junior en Gassino.
29.09.1942: Postulante/San Mauro
15.08.1943: Toma de Hábito.
15.08.1944: 1ª Profesión.
30.09.1946: Argentina, Escolástico.
08.01.1950: Profesión Perpetua.
Actuación en Argentina ………….46 a.
Estudiante …………….1½ a.
Maestro ……………….. 7 a.
Profesor ……………… 34½ a.
Profes. CONSUDEC ……………2 a.
Por males cardiovasculares, fallece en la ciudad de Buenos Aires, Colegio Manuel Belgrano.
+ 02.08.1992.

Sus padres eran agricultores, y estaban en vida al hacerse la ficha. Hermenegildo y Lucía Iscaro. Pueblo cercano de Nápoles, Provincia de Avelino. Domicilio: Vía Roma, nº 4, Chianche.
Segundo Noviciado: Saint-Quintin-Fallavier, febrero de 1959. Visitas a su familia: diciembre de 1966 y de 1972. En mayo – junio de 1983 realizó en Roma el curso de tercera edad para Hermanos de lengua española, dirigido por el H. Javier Puente, a quien acompañó el H. Remigio Waigel. Títulos para la enseñanza: E. Primaria: APTITUD PEDAGÓGICA, 1957; TÍTULO ELEMENTAL DEL MAGISTERIO, Pcia. Bs. Aires, 1948, Mendoza, 1950. E. Secundaria: TÍTULO SUPERIOR DEL MAGISTERIO, 1950; PROFESOR EN CIENCIAS NATURALES, CONSUDEC, 1958. Obediencias: Hasta agosto ‘1946, Escolástico en Bairo.//Idem en Luján, IX 1946 – 1947// 1948 – ’49, Rafaela, maestro// 1950 – 1953, San Rafael, maestro. // 1954 – 1955, C. de la Sgda. Familia, Profesorado. // 1956 – 1957, C. La Inmaculada, maestro.// 1958, Morón, profesor. // II 1959, S. Quentin, Gran Novicio. // IX 1959 – 2 de agosto 1992, profesor, C. M. Belgrano. + 02.08.1992.

Del Hno. Roberto González, ¿quién mejor para testificar de que era un ARQUETIPO DE PROFESOR? Así el título de su nota, en pág. 46.
“ … llegó a la Argentina, como el más entusiasta misionero marista, el 30 de setiembre de 1946, con 19 años.
En Luján, primero, y en la capital, después, cubrió el tiempo de su formación religiosa y pedagógica, en ciclos realmente brillantes, pues el H. Rafael, aparte de sus condiciones intelectuales, era una persona seria y sustancialmente responsable, y entregada sin cálculos a las exigencias de una vocación de largo aliento, cual es la de todo buen hijo del Beato Champagnat.

En diciembre del ’57 egresó del Consudec con el título de Profesor en Ciencias Naturales, y con tan altos promedios y aptitudes docentes, que pocos años después, y a propuesta del Dr. José María Gallardo, se le confió la cátedra de Zoología II en el mismo Instituto del Profesorado. En abril de 1977, y a propuesta esta vez del legendario Profesor Don Santos Lara, asumió la titularidad de Anatomía Comparada.
Su modestia en el vivir – marista ciento por ciento-, unida a su erudición científica y elevado magisterio, más un corazón grande en afecto y generosidad, le ganaron el cariño y la adhesión plenas de sus muchos alumnos del M. Belgrano y del Profesorado del Consudec.

Todo ello explica el que a la hora del sepelio de sus restos en el Panteón Marista de Luján, resultara incontenible la congoja de cohermanos, familias, profesores y amigos allí reunidos.”
Muchos años preparó el homenaje a la Virgen que le rendían los Bachilleres en su celebración de despedida. En ventanal del 1er. piso, lateral hacia calle José Hernández, de rostro hacia el patio, colocaba la imagen de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa, bella estatua que sigue en el colegio y se la ofrece en veneración con motivo de momentos particulares. Muy bien iluminada, los alumnos en despedida le ofrendaban su oración, casi siempre la bella poesía “Dulcísimo recuerdo de mi vida, bendice a los que vamos a partir.” Vaya esmero silencioso, devoto y hondo que ponía Rafael en preparar este adiós a la casa de la Madre, que asumían los jóvenes terminantes de sus estudios secundarios. Y, no podía faltar, se cerraba el acto con la canción: “Adiós Reina del Cielo.”

Dos recuerdos menores. # Era un alumno de actitud soberbia. Le dije un día, recordando a Hermanos y de familia: “Rafael, estos hermanos son Lazo Cardo. Este (alumno) es ‘laso berbia.’” Rió bien, asintiendo, y me extendió la diestra mano en señal de felicitación.

# Era clásica su expresión, tratándose de referirse a alguien insistente en algún asunto, siendo él paciente y sin asperezas: “Éste también es hincha de Independiente.”

# Fraternal enfermero de su comunidad.
Del Hno. Guillermo F. Casto. Asistió al matrimonio de una sobrina suya, en Salerno. acompañando a la familia Iscaro. A dicha sobrina, juntamente con su papá, hermano suyo, los recibió en el Hermitage, habiendo ambos viajado a Lyon para hacerse atender en el Hospital Saint Luc, famoso en la especialidad que necesitaban. Finalmente, habiendo fallecido su mamá antes que él, al perseverar Rafael, su familia colocó una estampa recordatoria del Hermano en la tumba de ella. Recordando lo afectuoso que era, nos imaginamos bien cuánto habrá querido a su maminna Lucía.

El Sr. Felipe Bozzelli, que fue su compañero y recibió el nombre de Pío Clemente, se ha mantenido muy próximo a él y a los Hermanos de la comunidad belgranense, siendo un como obligado participante de la Eucaristía dominical de las 10:30. Con el título de Yo intimé con el Hno. Rafael, ha publicado una nota necrológica, que se halla en pág. 46 – 47. Citamos:

(…) En noviembre de 1938 ingresa en el seminario marista de Gassino Torinese. La convivencia es tranquila, normal. Se limita a estudiar y trabajar la huerta para prepararse a su futura misión de apóstol. Vivió la guerra, aunque lejos de los campos de batalla. El noviciado lo cumple en Santa María, propiedad situada en las faldas de la colina La Superga, en las proximidades de Turín.

Tras su primera profesión, es trasladado a Bairo Canavese, un lugar pintoresco en los prealpes. (Lugar de su Escolasticado). Indica que aquí sufrió el difícil momento, en el que, con otros maristas jóvenes, “llegó a estar contra el paredón para pagar la muerte de un inocente. Eran los juegos de la guerra.”Se refiere al C. M.Belgrano: “Aquí echó raíces como fornido roble o gigantesca araucaria.”En cuanto a sus clases profesorales: “… abriendo sus alas de atrevido cóndor, comienza su apostolado preparando docentes (…) Un día confesó a algunos de sus exalumnos: ‘Después de 30 años como profesor, nunca he ido a clase sin haberla preparado en los más minuciosos detalles.’

En torno a sus habilidades: “muy habilidoso en muchas actividades, ávido de aprender. … armaba rosarios, radios, embalsamaba, era electricista, fotógrafo y, últimamente, se dedicaba a la computación. Todo lo que hacía lo hacía bien.”
Era humano. Sus admirables condiciones de tal, las manifestaba en toda circunstancia y, sobre todo, en cualquier enfermo que casualmente convivía con él. Era callado y, en el silencio realmente monacal, forjó su personalidad. (…) Era humilde, sencillo, modesto. Sabía mucho, cumplía con sus tareas, pero jamás se jactó. Tan sólo daba gracias a Dios por haber podido brindar los dones recibidos de Él a los demás.” Y, con mucha elegancia, Felipe nos dice algo que hemos considerado real, aunque no fácil de expresar. Afirma: “ Necesitaba del aprecio y del afecto de los otros. Gozaba mucho cuando se lo tomaba en consideración, que se le decían palabras que expresaran una cierta compasión cuando se sentía deprimido.”

“Era marista de una sola pieza. Como religioso, no se daba concesiones innecesarias. Era sufrido y, a veces, demasiado. Para captar su silencioso dolor se necesitaba entrar en él e intimar con él.
(…) Fue sencillo y la máxima sencillez la practicó en su último momento de su vida terrenal. Se apagó de golpe, sin dar trabajo a nadie. Se apagó como pabilo que no tiene más aceite para alimentar la llama de su vida, la que ya se había unido en amoroso abrazo con su Padre bueno, Dios. Gracias, amigo Bozzelli.

Las bellas páginas dedicadas a nuestro gran amigo Rafael, finalizan con la transcripción de la notícula publicada bajo el título HNO. RAFAEL ISCARO. EL SEPELIO, en el diario LA NACIÓN del 11 de agosto de 1992. De sus últimas palabras, éstas: Ejerció la docencia en colegios maristas de Rafaela y de Parque Patricios, pero fue sobre todo el C. M. Belgrano, en Cuba 1754, donde desplegó sus virtudes de maestro inquieto por difundir el saber. Allí enseñó durante 33 años e instaló un gabinete de Biología, dotado de videos y diapositivas, que es modelo en su género.

Su modestia y trato cordial le ganaron el afecto de muchas generaciones de alumnos, que siempre vieron en él un alto ejemplo de vida cristiana.

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