Back to all Post

HNO. ODON

Nombre Civil: Léon Emile André Plaud.

Fecha de Nacimiento: 17/05/1897.

Lugar de Nacimiento: Labuciaire — Provincia de Vienne — Francia.

Fecha de Profesión: 21/12/1913.

Fecha de Defunsión: 05/02/1968.

Estable 1897 – 1968.
Nacimiento: Francia 17.05.1897.
09.1909: Junior. Ventimiglia.
25.04.1912: Desembarca.
Misma fecha: Postulante.
08.12.1912: Toma de Hábito.
21.12.1913: 1ª Profesión.
21.12.1918: Votos perpetuos.
13.01.1933: V. Estabilidad.
Actuación: 54 años.
Director: …………………..3 años.
2 a. …Casa de Formación.
1 a. ………….en Colegio.
46 a. ………..Docente
Maestro …………..6 a.
Profesor ………..40 a. Varios y ayudas: ……………….c. 5 a.
Fallece en Luján.
05.02.1968 71 Años.

PLAUD, Léon Emile André, nació en Labuciaire (Lhomaizé), provincia de Vienne. Su padre, Louis, era enfermero, y falleció cuando él tenía 9 años (1906). Su madre, Louise Constance Neveux, dejó de existir en 1911, a sus 14 años.

Trascribimos el artículo aparecido en Ecos de Familia con ocasión de su deceso.
Hno. Odón.
El día 5 de febrero se extinguió plácidamente en la Villa San José el Hno.Odón a consecuencia de una uremia fulminante que, unida a su estado de deficiente irrigación cerebral, por una avanzada arterioescleriosis, abatió su complexión vigorosa.
Lo rápido de su deceso no fue, con todo, sorpresivo. Los que convivíamos con él en la Villa lo veíamos decaer paulatinamente y también lo encontraron muy desmejorado los Hermanos que concurrieron a Luján para realizar los Ejercios Espirituales.
El Hno Odón, que naciera en Lhomaizé, de la provincia de Vienne, Francia, el 17 de mayo de l897, contaba con 55 años de vida marista y había cumplido ya los 70 años de edad cuando le sorprendió la muerte.

A pesar de ser más bien retraído y poco conversador, sobre todo en sus últimos años, le gustaba extenderse al referir el origen de su vocación religiosa,que fue misionera y apostólica.

Falleció trágicamente su padre en un accidente de tránsito en París, cuando el hijo contaba escasos años. En compañía de su madre se trasladaron a Argelia. Allí, la madre fue ama de llaves de un sacerdote francés y el adolescente Emilio León Plaud, alumno que fuera en Argelia de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, creció piadoso y bueno en la casa rectoral, siendo niño de coro del sacerdote.

Ya desde esos años felices le entusiasmaba la lectura de las revistas misioneras que relataban el apostolado y martirio de las sacerdotes misioneros en Tailandia.
Esas hazañas heroicas le entusiasmaban y originaron una vocación que quiso orientar hacia las misiones del lejano Oriente. Otros eran los planes del Señor sobre él.
En un viaje accidental que realizara a la Madre Patria, se relacionó con un Hermano Marista, tío del recordado Hno. Luis Marcelino, quien le orientó hacia nuestro Juniorado de Mondoví. Y allí se inició su vida marista, que culminó, según sus sueños de infancia, en “misionero” en nuestras tierras argentinas.

Llegado a Buenos Aires en l9ll, al año siguiente Monseñor Espinosa le revestía del hábito marista y trocaba su nombre de pila por el de Hno. Odón, que nos ha resultado tan familiar en su agradable personalidad religiosa.
Actuó en varios colegios, ejerciendo la dirección temporaria en los de La Inmaculada y en la Normal Champagnat de Luján.
Pero donde mayor huella dejó su labor apostólica y sus cualidades de formador de la juventud fue en el Colegio Manuel Belgrano. Uno de sus antiguos alumnos nos dice que “fue un maestro de centenares de alumnos, el amigo y consejero de cientos de exalumnos, el religioso marista a carta cabal, el servidor fiel y apóstol de Cristo y de la Iglesia. El hombre justo por excelencia, el guía y consejero espiritual de todos los jóvenes que tuvieron el privilegio de tratarlo y de ser sus discípulos. Fue Asesor de la Asociación de Exalumnos durante muchísimos años y, al rendirle éstos homenaje en 1954, dictó una clase evocativa ante más de 500 egresados, sobre un tema que le era peculiar y querido: “La devoción a la Santísima Virgen.” Dijo que ésa era la mejor lección que podía dar él, humilde maestro, a sus alumnos ya abogados, ingenieros médicos y sacerdotes.”

Desde 1962 descansaba en la Villa San José, aquí le aquejó la común preocupación de los religiosos entrados en años. No se resignaba a rendir las armas y solicitaba lo imposible ya, dado su estado de agotamiento, quería ser útil en alguna vigilancia o dictar alguna materia. Su desaparición nos deja un ejemplo de laboriosidad, celo y entrega generosa a una vocación que le sonriera en su niñez.

I N G L O R I A C U M D E O S I T !
ODÓN – Pinceladas.

Bajo este título agrupamos diversos recuerdos de este marista poco cómodo en clima de chistes, pero nada huraño. Siempre directo, tanto como su rostro serio o sonriente, como lo ves en esta imagen. Es del patio del C.M. Belgrano, donde actuó tantos años. De fondo, arco de básket. Recto y sin vueltas como espada toledana. Hay personas en quienes destaca la rectitud luminosa de su conciencia. En este tema, Odón era prócer. Y no se crea que por ingenuo. ¡ Todo lo contrario ! Anécdota al caso, que le hemos oído a él mismo. Era junior en Ventimiglia. Por orden expresa no se podía beber agua en cierto recreo, sin la debida autorización jerárquica. León Plaud tenía sed.

El Hermano celador se encontraba próximo a la canilla. Se hizo esta composición de lugar (adviértase que no le era tan espontánea la mencionada rectitud…): “ Si bebo delante de él, seguramente pensará que no voy a ser tan caradura de hacerlo sin permiso. O sea que creerá que sí lo tengo. Bebamos, pues.” El operativo fue un éxito. Pero muestra que su rectitud de conciencia fue una maduración posterior en su vida humana y religiosa…¿o no?

Era su costumbre pasar días de verano en el Noviciado (Anizacate), cosa tan poco frecuente. Con su ritmo cansino y lento, hacía trabajos diversos. Lo recuerdo rastrillando alguna vez, con un sombrero blanco de ala amplia y rebatida sobre la frente. Casi seguro que el mismo que usaba el H. Vital. Nos dirigía reflexiones a veces. Recuerdo cuánto insistía en la importancia de la gracia santificante en nuestras almas, y cuánto la debíamos amar. Una frase suya quedó muy grabada en mí: “ Ante todo y sobre todo, la gracia santificante en mi alma.”

El H. Pablo R., Maestro, nos contó un breve diálogo. Con tonillo de burla le había dicho que los franceses no tenían vocablo para indicar que una madera había sido molida por gusanos. Solamente habían pegado dos: “vermoulie“, compuesta por “ver “ (gusano) y “moulie“ (molida). Y ahí fue rápido Frère Odón: “ Si Vds. hacen lo mismo: ‘carcomida‘: comida por la carcoma.”

Hno. Odón, Fundador y Asesor Vicentino En El C. Manuel Belgrano.
Su obra más querida y la que lo pinta de cuerpo entero volcado al bien del prójimo desamparado, fue la Conferencia Vicentina que fundara en el Colegio Manuel Belgrano en unión del Hno Conrado, Director entonces.

Origen.
Fundada en la parroquia de N. Sra. de las Mercedes ( 04.10.1936), Echeverría 1370, por la insuficiencia del espacio, el Dr. GUILLERMO LAFAILLE buscó lugar más adecuado. Interín, el H. Conrado, Director, había hecho suya la idea del H. Odón, en cuanto a la conveniencia de que el colegio contara con una obra de caridad y apostolado. Habría de complementar la formación de los alumnos mayores del bachillerato y de los jóvenes exalumnos universitarios. La búsqueda de Lafaille juntó ambas necesidades. El H. Conrado, al escuchar el pedido, dijo: ” San Vicente de Paúl traerá sus bendiciones sobre esta casa.” Inició su actividad en la nueva sede el 21 de abril de 1940. Hasta el 10 de febrero de 1962, 22 años, fue su asesor el H. Odón. Hasta su 30º aniversario, ( 1966 ), ha ido extendiendo su acción a las villas de emergencia del Bajo Belgrano, Barrio Lacarra (Bs. Aires), y Carupá (Tigre.)

El cariño que profesara a ésta, “su obra querida”, nos lo pone de manifiesto uno de sus más cercanos colaboradores en ese apostolado caritativo y humanitario, el querido exalumno Manuel Augusto Zeballos – quien falleció siendo Afiliado a la Congregación – con el que conservara hasta la muerte fraterna amistad. Manuel nos dice que, al comentarle la marcha de la Conferencia, en sus periódicos viajes a Luján, y lo que ésta hacía por los pobres, sobre todo al referirle alguna acción edificante realizada por la Obra, el H. Odón se emocionaba hasta las lágrimas. He sido – prosigue Manuel – privilegiado testigo, muchas veces, de esa alegría íntima que sentía al saber que se trabajaba como en su época a favor de los necesitados.
La Conferencia Vicentina con sede en el colegio, ha mantenido a la titular que ya tenía en la parroquia de origen, y es su nombre actual: SANTA MARÍA MICAELA DEL SSMO. SACRAMENTO.

Oración que Compuso para antes de Visitar al Pobre.
Señor, me dispongo a ir al encuentro de uno de aquéllos a quienes llamáis Vuestro Otro Yo. Haced que la ofrenda que le llevo y el corazón con que la ofrezco, sean bienvenidos por mi hermano desdichado. Haced que el tiempo que pase con él procurando hacer el bien, obtenga para él, lo mismo que para mí, los frutos de la vida eterna.

Señor, bendecidme con la mano de vuestros pobres.
Señor, sonreídme a través de las miradas de vuestros pobres.
Señor, recibidme un día en la santa compañía de vuestros pobres.

Manifestamos particular agradecimiento al exalumno, Sr. OCTAVIO BLANCO, miembro por años de la Conferencia, y continúa, incluido período en la función de Presidente. Para este trabajo, ha puesto a disposición todo el material habiente, y sus hondos, ricos recuerdos de la personalidad religiosa y humana de nuestro recordado HERMANO ODÓN.

DESARROLLADO POR ENERGICA CREATIVOS