Nombre Civil: VOGL Conrado.
Fecha de Nacimiento: 05/11/1909.
Lugar de Nacimiento: Faustendorf — Baviera — Alemania.
Fecha de Profesión: 21/10/1928.
Fecha de Defunsión: 01/04/1990.
Estable 1909 – 1990.
Nacimiento: 05.11.1909 — Faustendorf — Baviera — Alemania.
1924/1926: Junior en Stein.
1926/1927: Junior en Mindelheim.
20.04.1927: Postulante en Furth.
20.10.1927: Toma de Hábito.
21.10.1928: Primera Profesión.
2ª,3ª,4ª y 6ª emisión, en Cham.
28.12.1933: Profesión Perpetua en Furth.
02.02.1947: Votos de Estabilidad en Montevideo.
1932/1939: En Alemania.
1939/1990: Uruguay Marista.
Actuación: ….. 58 Años.
Prefecto ….. 9½ Años.
Maestro ….. 16½ Años.
Director ….. 13 Años.
Ecónomo ….. 7½ Años.
Reclutador Vocacional ….. 40 Años.
Fallecimiento: +01.04.1990 — Chajarí — 80 Años y 61 Años de Hermano Marista.
VOGL, Conrado, es bávaro de origen, nacido en Faustendorf. Apellido materno, Schönberger. Al viajar al Río de la Plata, pasó un período, 1939 – 1940, en Luján. Normalmente estaban destinados a la Villa San José a fin de que se prepararan para la docencia y estudiaran la lengua castellana. Pero, según fuentes seguras, estaban más bien dedicados a tareas y empleos manuales. No se los favorecía de modo suficiente con horarios y elementos de estudio.
De acuerdo a su ficha, contaba con el título de Magisterio propio de su patria. Su documentación era en parte Argentina —Libreta de Enrolamiento y Pasaporte argentinos— y uruguaya, Cédula de Identidad. Comunicamos una grilla muy interesante y variada. En Europa, siendo la iniciación de las obediencias en agosto – septiembre, entendemos que el mismo año figura en la tarea que finaliza y en la que inicia. No queda claro por qué sucede lo mismo en América del Sur, dado que las tareas comienzan, prácticamente, con el año.
Grilla de Obediencias Y Misiones:
—1928/1932, Straubing ….. Escolástico.
—1932, Furth, Noviciado ….. Prefecto.
—1932/1933, Neuherberg, Minoridad ….. Maestro.
—1933/1939, Furth, Noviciado ….. Prefecto.
—1939/1940 ….. Villa San José.
—1940/1941, Chajarí ….. Prefecto.
—1941/1947, Colegio Santa María ….. Maestro.
—1947/1948,Juniorado ….. Reclutador y Maestro.
—1948/1956, Chajarí ….. Maestro y Reclutador.
—1956/1962, Colegio San José ….. Director y Reclutad.
—1962/1964, Colegio San José ….. Ecónomo y Reclutador.
—1964/1967, Chajarí ….. Director y Ecónomo.
—1967/1969, Juniorado ….. Reclutador.
—1969/1971, Chajarí ….. Reclutador.
—1971/1972, Juniorado ….. Prefecto y Reclutador.
—1973/1974, Juniorado ….. Director y Reclutador.
—1974/1975, Durazno ….. Ecónomo.
—1975/1977, Colegio San José ….. Director y Ecónomo.
—1977/1989, Chajarí ….. Promotor Vocacional.
Siguen Los Testimonios:
—Del Hno. Pascual Gebble:
Un pan de Dios. Fue maestro auxiliar del maestro novicio y nos daba las normas de educación con mucho entusiasmo, muy espontáneo.
Era muy querido por los alumnos, pero tenía problemas de disciplina. Yo viví con él un año acá y él era maestro de 2º grado y yo de 6º. Cuando cumplía años los alumnos le tiraban las orejas, porque lo querían mucho.
Sobre su quehacer de Reclutador, según me han dicho los Hermanos argentinos, era muy querido por las familias, porque era muy campechano. Le gustaba mucho tomar mate con la gente y divertirse.
Nosotros lo embromábamos porque le gustaba mucho la mortadela. Muy querido por todos los hermanos.
—Del Hno. Francisco Schuler:
Era un hombre totalmente entregado a la búsqueda de vocaciones. Ha tenido una gran suerte y siempre estuvo acompañado de la Gracia de Dios, porque ha sido un hombre de oración. Confiaba en la Virgen y en Dios y en su trabajo se ponía a los pies del Señor en el altar, todos los días en la Santa Misa, pidiendo por un aumento de las vocaciones. Dijo el Hno. Pablo Walder, quien fue junior bajo su dirección. Godofredo rompió el esquema a los Hermanos, porque comían con nosotros en el comedor, hacían chistes, cantaban y nosotros nos sentábamos a escuchar, en especie de fogones.
Cuando llegó Godofredo, el Hno. Siegwaldo estaba en el patio esperándolo para darle la bienvenida. Aquél no sabía qué hacer y este último lo disfrutaba y festejaba. Para ello armó todo el equipo de amplificación, puso una marcha y todo fue familiar y solemne…
Godofredo se prestaba para todo eso. En casa era como uno de la familia cuando llegaba. En Entre Ríos era muy esperado. Cada anécdota tiene por ahí…
Con Juan y con Gaspar una noche lo jorobamos tanto, porque lo nombraron director a Anselmo y se fue a dormir al dormitorio grande con Fernando Brings. Los dos cambiaban de comunidad. Esa noche le desarmamos la cama y le pusimos una soga, de manera que cuando se acostara tirara y se le desarmara la cama. Cuando sucedió fue a buscar la escoba y nos corrió por todo el patio; tuvimos que refugiarnos en la capilla.
Una vez Claudio lo convenció para ir a cazar con nosotros.
Le tenía terror a las armas. Según él, había dos clases de personas que se salvaban: los santos, los que realmente tenían fe, y los ignorantes. Entonces Claudio, con voz fina dice: “Y el Hno. Pablo se va a salvar”, y Godofredo respondió: “Sí, se va a salvar por ignorante”.
Godofredo era un verdadero hombre de Dios, de oración. Siempre que podía iba a Misa y a veces nos daba pena cuando no lo podíamos llevar, porque a veces era a horas muy inapropiadas.
Creo que una de las formas más concretas para hacer un trabajo sobre Godofredo sería entrevistando a muchas familias que lo conocieron.
Cuto les puede informar mucho acerca de gente que lo conoció a Godofredo. Lástima que los más viejitos han muerto y esos datos no se apreciaron, no se aprovecharon. Tal vez pueda haber algunas cosas escritas en los anales.
—Del Hno. Danilo Farneda:
Era de una sencillez… El fue quien me reclutó. Habló con mi padre, que no quería que yo entrara al gran Seminario, porque ya habían ingresado allí mis dos hermanos mayores. Además él tenía expectativas especiales hacia mí, porque de chico fui muy buscavidas y ya a partir de los 9 años trabajaba vendiendo diarios y revistas, repartía el Esquiú de la parroquia y las cartas de Navidad del colegio. Con eso obtuve mi primera platita, me compré una bicicleta y mi padre se salía de orgullo diciendo “ésa se la compró él”. De manera que mi padre tenía grandes sueños hacia mí, más bien como compañero, para quedarme en casa a trabajar. Además, los sábados hacía de mozo en los bailes. En fin, me movía para todos lados. Mi padre me quería como cantante en una orquesta de bailes, porque cantaba mucho en esa época. Por todo eso él no quería que yo entrara al juniorado y fue el Hno. Godofredo el que convenció a mi padre para que yo ingresara. De manera que yo le debo algo.
En cambio, mi madre siempre aceptó. Pero Godofredo fue quien negoció mi entrada al juniorado y además fue quien me recibió en mi primer día de clase y me consoló, porque yo lloraba mucho. Recuerdo que me dio una medallita con la imagen de la Virgen de Luján, chiquitita, con una especie de pátina azul transparente y un chupetín. Ese fue el consuelo del Hno. Godofredo.
Luego estuve con él en el juniorado como ayudante de la formación. En ese entonces yo venía de Chajarí, que era una ciudad en relación a los otros juniores, que venían del campo; de manera que yo era el más avispado del juniorado y me sabía todas las canciones del Club del Clan. Cuando terminaba de comer armaba con los platos una especie de batería y empezaba a cantar con los compañeros en la mesa.
En ese momento, el Hno. Carlos Rohe, que era Provincial, me quiso expulsar porque había hecho escándalo estando él allí. Me llamó, me mandó a hacer la vajilla solo y dijo que yo no merecía estar allí y que la próxima vez iba a estar en mi casa.
Yo lloré mucho mientras lavaba la vajilla y vino el Hno. Godofredo y me llenó los bolsillos de caramelos y me dijo “Bahh, bahh, yo no entiendo”, pero con eso yo recibía el cariño y la comprensión de un Hermano en un momento difícil.
Él fue siempre muy jugado por sus juniores. La idea que él decía a todos era la misma: “Buenooo, siempre adelante, siempre contentos, siempre adelante”.
Le dolió mucho cuando hice mi plan de retirarme del juniorado, pero lo aceptó.
Después tuve la alegría de hacer mis primeros votos celebrando los 50 años de su vida religiosa. El Hermano Provincial de entonces, el Hno. Evaristo, Ignacio del Pozo, planificó que yo hiciera los votos. No se permitía en esos momentos hacer eso, era toda una excepción salir del Noviciado y hacer los primeros votos. Fue en el año 77 en Chajarí, en las Bodas de Oro del Hno. Godofredo. Éramos “el pichón y el que cumplía 50 años”.
Mi imagen de él es la de un hombre bueno, de un hombre simple, tal vez demasiado simple que no tenía la comprensión de la complejidad de la realidad. Era muy querido, de un gran corazón.
Fue un hombre de oración en los últimos años de su vida. Presencia, oración, simplicidad, estaba siempre con su rosario, sentadito en Chajarí… Ese fue Godofredo para mí.
Siempre estaba presente, siempre rodeado y siempre bueno. Era el hombre bueno, el hombre de la presencia, además el hombre de la paz, que jamás se le ocurría sentarse a criticar, al menos sistemáticamente.
—Del Hno. Ignacio Del Pozo:
Lo único que puedo decir del Hno. Godofredo es que era un santo varón. Era un hombre que por las vocaciones dejó su vida en los caminos de Entre Ríos. Hay que recorrer todos esos pueblos en sotana y con los calores que hay por allá, y él se trasladaba en carro ruso, en sulky o en lo que fuera, y cuando no, a pie.
Era admirable en él este detalle: en vacaciones ya preparaba las cartas para enviar a las familias de los juniores con todos los pormenores, indicando el día y hora de llegada a cada lugar. Eran 20 ó 30 cartas con todo detallado, y la gente cumplía con él.
Hay una anécdota que causa mucha gracia.
Cuando él iba a esos lugares, a veces no tenían baño. contaba que una vez fue a visitar a una de las familias. Tenían unos chiquilines que se habían encariñado mucho con él, pero él necesitaba ir al servicio. Le preguntó a la señora de la casa dónde podía ir. ella le respondió que ellos iban al maizal, porque no tenían baño. Entonces, él se fue al maizal. cuando llegó al lugar, se encuentra con que los chiquilines lo venían corriendo: creían que iba de paseo, para acompañarlo. Godofredo decía: “yo medí la distancia y me apuré; cuando llegaron ya había terminado”. Te lo contaba con tanta ingenuidad y sencillez que te hacía reír mucho.
Algunos de sus reclutados lo hicieron sufrir, porque le tomaban el pelo. Lo querían mucho, pero, sin darse cuenta, lo hacían sufrir. Esta afirmación se la oí a él mismo. Conversábamos mucho.
Todo lo que digan del Hno. Godofredo es poco. Seguramente te habrán dicho que es el único Hermano que no está en el mausoleo de Pando, sino que está en Chajarí. en su tumba hay flores frescas siempre. Cualquier día que vayas, el Hno. Godofredo siempre tiene flores frescas, porque la gente lo recuerda con mucho cariño. hasta hay gente que me ha dicho que, cuando necesitan algo, le piden al Hno. Godofredo. yo les respondo que hacen muy bien y que tengan fe, que el Hno. Godofredo los va a bendecir…