Nombre Civil: Ramón Blanco.
Fecha de Nacimiento: 19/02/1901.
Lugar de Nacimiento: Santiago de Compostela — Provincia de La Coruña — España.
Fecha de Profesión: 01/01/1919.
Fecha de Defunsión: 27/09/1953.
Estable 1901 – 1953.
Nacimiento: 19/02/1901 — Santiago de Compostela — Provincia de La Coruña — España.
1906: Con su familia, viaja a Argentina.
26/03/1918: Ingr. en Luján.
01/01/1919: Toma de Hábito.
01/01/1920: Votos Temporales.
01/01/1925: Votos Perpetuos.
08/01/1952: Votos de Estabilidad.
Actuación: 1920/1953 — 11 Puestos de Trabajo.
Profesor. Director: 1940/1942, La Inmaculada.
1943/1944: Ayudante de Administración.
Fallecimiento: +27/09/1953 — 53 Años.
Ramón Blanco era gallego de Santiago de Compostela, Provincia de La Coruña. Nació a un mes y 19 días de comenzado nuestro siglo XX. Poco disfrutó de las magníficas fiestas del Santo Patrón Santiago. Sus padres, Manuel (consta en la ficha su profesión de “mucamo”), y Asunción López, se trasladaron a nuestro país a su edad de 5 ó 6 años. Se radicaron en la ciudad de La Plata.
Con su hermano Manolo fueron inscriptos en nuestra escuela San Vicente de Paul. Cursó la enseñanza primaria, continuando sus estudios en la sección de Artes y Oficios. Seriedad y aplicación lo distinguían, como también su habilidad en las tareas propias de imprenta. A medida que crecía en su adolescencia, era dado advertir el aprecio que lo rodeaba entre sus compañeros. Especialmente los más chicos, quienes lo miraban algo así como a un protector, como a un hermano mayor.
A principios de 1918 —contaba con 17 años— el Hno. Bajulus, director del colegio, descubre que Ramón se siente atraído, claramente atraído por la vocación religiosa marista. Sea por una cierta impresión de indignidad ante ella, o por las dudas que un llamado así crea en quien lo siente, o tal vez por comprensible timidez de su temperamento, el joven no se sentía decidido. El empujón —por así decir— decisivo se lo dio la gracia a través de un retiro de tres días organizado para los jóvenes alumnos. Lo dirige el Padre Santiago Luis Copello, luego Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de nuestro país. Esta enorme gracia de tres días reaviva su anhelo de vida más perfecta. Muchacho reflexivo y dócil a su conciencia, dio fe al llamado de su Divino Maestro. Se determina a seguirlo, e ingresa en el Postulantado de Luján, 26 de marzo de 1918. Prosigue el avance normal de su compromiso en la vida religiosa, según los lapsos que nos muestra el copete de esta reseña. Después de su primera profesión, hecha a plena conciencia y decidido compromiso, no sabemos si gozó de algún período de Escolasticado. El hecho es que estuvo en el equipo que atendía al Juniorado hasta 1922 incluido. Detallamos sus misiones y tareas. Si no se agregan aclaraciones, significa que fue docente.
Colegio Champagnat — 1923/1924:
Santiago de Compostela: Catedral.
Mar del Plata – 1925/1927.
Pergamino – 1928/1930.
Champagnat – 1931/1932.
Morón – 1933/1936. Participa del II Noviciado en Grugliasco. Colabora en el Juniorado después hasta fines de 1936.
En el Colegio de Luján – 1937.
San Rafael, miembro de la comunidad fundadora – 1938/1939.
Se desempeña como Director en el C. La Inmaculada/1940 – 1942. Es el momento en que ejerce ayudantía como sub-ecónomo en Casa de la Sgda. Familia/1943 hasta agosto 1944, adonde se traslada.
Retorna a la docencia en Luján, hasta febrero de 1946. En San Francisco/1946 – 1950. Sus últimos años de docencia son también los de su vida. Los vive en Rafaela, 1951, hasta su tránsito en 1953.
Ese 27 de septiembre, y en el año de las Bodas de Oro de la Provincia, a las 5:30 el Hno. Director de la Comunidad acudió a su pieza, ya que era su inalterable costumbre levantarse a las cinco cada mañana. Llama con insistencia. Al no haber respuesta, fuerza la puerta. El Hno. Generoso yacía exánime sobre su cama, como si estuviera entregado al reposo. La muerte lo había sorprendido en pleno sueño, unas tres o cuatro horas antes. Contaba con 53 años de edad, 34 de vida religiosa y 30 al servicio de la educación de los niños, habiendo trabajado siempre en Primaria. Dejamos la palabra final sobre su hermosa vida al Hno. Albertino, quien hizo la crónica biográfica que hemos seguido, complementando la ficha de la Secretaría Provincial.
“El Hno. Generoso fue uno de esos Hermanos que saben hacer el bien sin ruido, como los quería el Beato Marcellino Champagnat; sin dotes extraordinarias realizó una obra educativa superior, producto de su trabajo tesonero, ordenado, y constante. Sin imposiciones exigentes para sus educandos conseguía hacerles asimilar lo mucho que exigían los programas enciclopédicos de nuestra escuela primaria, pero sobre todo, en su empeñosa carrera de 30 años de magisterio, en ningún momento olvidó el fin secundario de su vocación, que es salvar las almas. Se esmeró particularmente en la enseñanza del catecismo formando en sus jóvenes alumnos, almas rectas de conciencia delicada; tenía especial debilidad para insinuar a los niños la devoción a la Santísima Virgen y el amor a Jesús Sacramentado. Para ser más útil a sus cohermanos, agregó a su título de maestro el de enfermero diplomado…”