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HNO. FREDIEN

Nombre Civil: Daniel Grangeon.

Fecha de Nacimiento: 02/10/1878.

Lugar de Nacimiento: Châtuzanges–le-Goubet — Departamento de Drôme — Francia.

Fecha de Profesión: 15/08/1896.

Fecha de Defunsión: 23/03/1960.

Estable 1878 – 1960.
Nacimiento: Francia 02/10/1878.
25/11/1892: Junior en Saint Paul.
22/07/1893: Postulante.
02/02/1894: Toma de Hábito.
15/08/1896: Primera Profesión.
19/09/1900: Votos Perpetuos.
25/09/1903: Argentina.
02/02/1912: Votos de Estabilidad.
Actuación: Septiembre 1896 a Junio 1903: Francia y Burgos.
25 de Septiembre 1903 a marzo 1960: Argentina. (57 años.)
Director de Colegios: 20 Años y medio.
Villa San José y Juniorado: 6 y 1.
Promot. Vocacional: 6 Años y medio.
Administrador: 6 Años.
Docente: Año y medio.
Colaboraciones diversas: 7 Años.
Villa, retirado: 7 Años.
Fundador de La Provincia — Superior del Primer Grupo.
Fallece: +23/03/1960 — 81 Años.

Daniel Grangeon, el tan simpático, buen francés, muy recordado Frère Fredien. Sencillo y claro como tarde de campo. Sin embargo, su padre no fue agricultor. Se lo define como “propietario”: Angelin Marcellin. Su madre, Marie Joséphine Musselon.
Vio la luz del día en el pueblo de Châtuzanges–le-Goubet, Departamento de Drôme. Como en tantos otros Hermanos, el cristianismo y la marianidad de su familia fueron terreno propicio para que el Hermano Gibrien, de Marches, localidad próxima a su pueblo, pudiera acompañarlo al Juniorado de nuestra Provincia madre, Saint Paul, que funcionaba desde septiembre de 1891 en Bourg de Péage, por estar en construcción la capilla en la casa provincial. Ese año de su ingreso, se fundaba una escuela marista en su pueblo. Eran 120 juniores, de los cuales muchos de poblaciones cercanas a la suya, lo cual facilitó su adaptación. El Director era el Hermano Marcellin Joseph, muy bien recordado en su provincia.

El Hermano Paulius, en un escrito invalorable dedicado a nuestro biografiado, reporta dos anécdotas. De muy rica memoria, llegó a recitar enteramente toda la obra “Athalie”, de Racine, caso único entre sus compañeros. Con motivo de burlas que le dirigía un compañero, y ya cansado, la emprendió a golpes con el burlón, dejándolo bastante golpeado. Por tal motivo, corrió el riesgo de ser expulsado. Finalmente, el H. Director decidió postergar su inicio de Noviciado, al cual se incorporó el 22 de julio de 1893. Fue su Maestro de Novicios el H. Bonius Joseph Monteil, quien también lo fue en Canet de Mar (España) y en Castelnaudary.
Acabado el Noviciado, y –fijarse bien – tras un corto tiempo de labor en la cocina, el 15 de agosto de 1895 emitió el Voto de Obediencia, de acuerdo a las Constituciones de esos años. Su profesión perpetua tuvo lugar el 19 de setiembre de 1900, habiendo presidido los Ejercicios de San Ignacio los HH. Flamien y Marie – Joachim.

Cumplió con su período de Escolasticado en S. Paul. Fueron sus profesores los HH. Euphrosin y Anthelmus. Bien preparado, tras los exámenes, obtuvo el Brevet Elemental el 8 de octubre de 1896. A los 18 años, estaba dotado de título para la enseñanza.
Desde Burgos consiguió la exención del servicio militar, que le valió durante las dos grandes guerras.
En la grilla podemos seguir sus diversos puestos de labor y misión, a la que agregamos algún comentario que nos aporta al autor del opúsculo nombrado. En Fuveau, próxima a Marsella, remplazó al Director, Hermano Rodrigue, muy enfermo, en septiembre de 1902. Escuela destinada a atender a los hijos de mineros, fue fundada en 1872. A él le correspondió tener que cumplir la infame orden del ministro Combes, y cerrarla. El día en que los Hermanos abandonaron la ciudad, fueron acompañados por los mismos mineros hasta la estación, distante 4 kilómetros.

Ya en Marsella, se pusieron a las órdenes de los HH. Bérillus y Christophe, Asistente General y Provincial, respectivamente.
Fiel a su vocación marista, prefirió exiliarse de su patria. Joven Director de 25 años, y tras unos días de despedida en su familia, en junio de 1903 nos lo encontramos ejerciendo la tarea de profesor en Burgos, esperando destino del nombrado Hno. Asistente.
El 15 de agosto de ese año, el Hermano Bérillus anunciaba en Burgos las fundaciones de Cuba y de Argentina. Nuestro Fredien iría a Cuba y el H. Marie Victoire, a nuestro país. Estando en los preparativos, se supo que el H. Marie Victoire había declinado el honor y la carga, primeramente aceptados. El Hermano Asistente, proveyendo ante la nueva situación, destinó al Hermano Fredien a nuestro país y al H. Donateur a Cuba, como podemos leer en su vida.

En Manresa, 37 Hermanos llevaron a cabo los Ejercicios de San Ignacio. Eran de España, Italia, y, de Francia, de Saint Paul y Aubenas. Se hizo presente por unos días el Hermano Bérillus, quien los recibió en entrevista. Principalísima, dadas las circunstancias, ya que para muchos se estaba delineando el rumbo de toda la vida: Argentina, Cuba, Méjico, Brasil y África del Sur. Hicieron una peregrinación hasta la Moreneta de Monserrat. El 20 de agosto, día de San Bernardo, en la misma cueva donde San Ignacio recibió la inspiración y redactó sus Ejercicios, nuevos Caballeros de Cristo hicieron su profesión perpetua. El 21 se produjo la partida y dispersión.
Ya estaba en San Andrés, casa provincial de Barcelona, nuestro H. Fredien, ocupado en los preparativos de la expedición.

Unos después de otros iban llegando los futuros misioneros. El 30 de agosto, Santa Rosa de Lima, tuvo lugar acto solemne de despedida, que resultó ser emocionante, religiosa y fraternal. Toda la comunidad y la presencia del Hermano Asistente Gral. Agradeció, como mejor pudo, mitad en francés, mitad en español. El 3 de septiembre, la Misa de despedida. Los 14 misioneros, en lugar de honor. Un modesto banquete con los Superiores reunió a los siete del primer grupo, y el abrazo de adiós de los siete viajeros con los Hermanos.
Por separado se publicará este fascículo del Hermano Paulius, donde se podrá encontrar más información de grato y gran interés. Agreguemos aquí solamente que el Director del grupo tuvo actuaciones diversas que son mencionadas en él, y que lo muestran como previsor, inteligente y excelente religioso marista.
Dada la situación religiosa de Francia y su proyección en el exterior, por prudencia fueron divididos en dos grupos de siete. Diversas anécdotas y sucedidos durante el viaje y la llegada, pueden leerse en la Historia de la Provincia.

En el desembarco, llevaban el hábito congregacional los Hermanos Fredien y Veremundo. La llegada fue en viernes. Los esperaba y guió el Hermano José, coadjutor lazarista. El almuerzo se desarrolló con los Padres, Hermanos, Coadjutores y alumnos, en silencio. El domingo 27 tuvo lugar fiesta y almuerzo de bienvenida ofrecido por los Padres Lazaristas. Preside el Visitador, Padre Georges Réveillère. También fue el anuncio de la toma de posesión de la Escuela San Vicente, cuyo primer director marista sería, poco después, el Hermano Fredien.
El lunes 28, con el Padre Bouvier, Superior del colegio, visitan al Sr. Internuncio, Mons. Antonio Sabatucci. Conocía a los Hermanos de Colombia. En un momento dado, les dijo en tono de Tranvía algo posterior. En 1903 ya eran eléctricos.

Convicción: “Hermano Director, América debe una estatua al Hermano Berilo.” Ese mismo día, el H. Veremundo, a las 8, se hacía cargo de sus 32 alumnos de 4º grado, en el colegio internado José M. Estrada.
El 29, el Superior visitaba a Mons. Mariano Antonio Espinosa, arzobispo de Buenos Aires. Media hora después, Monseñor devolvía la atención visitando a los Hermanos.
La retribución mensual de los Hermanos, fijada por contrato, era de $ 27,27 por persona (60 francos), casa y comida.
El 2 de Octubre, el Hermano Fernando cumplía 25 años. Los Padres Lazaristas, siempre considerados y bondadosos para con nosotros, invitaron a los Hermanos a celebrarlo con ellos, en el almuerzo conjunto. Circunstancia en la que, oficialmente, se nos encomendaba la escuela gratuita San Vicente. El Hermano Simeón se encargó de 2º grado, 32 alumnos, y el Hermano Donaciano, 1ero., con 105 alumnos. Desde entonces, octubre de 1903, hasta noviembre de 1907, continuó como Director.

Extraemos diversos acaecimientos de su vida: Ecos de Familia, enero – abril 1960, pág. 339 – 340. Toda la vida conservó el documento de expulsión de 1903, que puso fin a su apostolado en su propia patria. Gustaba mostrarlo.
Siendo Director en Marcos Juárez, una grave enfermedad lo llevó al borde de la muerte, 1914. Fue un momento fuerte de su devoción a Santa Teresita del Niño Jesús. Su intervención milagrosa lo puso a salvo.
Uno de los establecimientos que más se beneficiaron de su sabia y prudente dirección, fue el Instituto Fahy. Los Ex Alumnos lo han recordado con singular veneración.
Fue un buen Director de Villa San José. Durante su sexenio tuvo lugar la construcción de la segunda parte de la casa.

Se desempeñó como Primer Consejero Provincial durante varios años. Lo remplazó como Visitador al Hermano Valero, Provincial , con motivo de su presencia en el Capítulo General en 1932.
Muchas vocaciones atrajo al Instituto desde su tarea como Reclutador. Recorrió y recorrió. Especialmente las provincias litoraleñas. Desde entonces, más de una vez, se autonombraba como que sonaba “errante.” Peripecias diversas en el marco de una vida sacrificada, llena de abnegación. Y no dejaba de hacer propicias sus giras para propagar los libros y material de H.M.E.
Colaboró asimismo en la fundación marista del Distrito de Uruguay. (Ver al final). Con fundamento se puede pensar que el colegio La Inmaculada -Chajarí- y el Sagrado Corazón, – Marcos Juárez – han sido sus preferidos. En todo caso, en ambos ha dejado una gruta consagrada a Nuestra Señora de Lourdes.

Personalmente, tuve parte activa en la bendición de la de Marcos Juárez, que sucedió a una anterior que se encontraba en el patio. Era ayudante del Hermano Pablo Emilio (Julio Toribios), sacristán. Tuvo lugar una concurrida ceremonia. La gruta, a la izquierda antes de ingresar a la capilla, convocaba gente que visitaba a la Virgen. No faltaba un curso de agua, al mejor estilo Lourdes. Sin ser tan milagroso, también atrayente. Costó al oficial finalizarla. Estaba hecha con piedras de las sierras, creo que blancas, pegadas con cemento a las paredes. El problema se le planteaba cuando, habiendo adherido una de ellas al techo, pasaba un tren -la vía estaba muy próxima y la trepidación hacía caer la recién colocada. En el patio del colegio habló nuestro Hermano. Te aseguro que era como una familia que disfrutaba el mensaje del abuelo. ¡ Con qué simpatía, lo recuerdo, la gente lo escuchó, y particularmente en alguno u otro pasaje, al adelantarse al texto y decir algo que afirmaría luego, y —retomándose— agregaba, con los ojos asomando sobre los anteojos a media nariz: “No, esto lo voy a decir después…”

La bendición fue por la primavera de 1951, año de mi estreno en colegios. Sí que ha dejado un bello y eficiente testimonio de su devoción mariana en ambos establecimientos. Y no olvidemos que el templo al Sagrado Corazón, adherido al colegio, y algunas construcciones del establecimiento fueron posibles gracias a los recursos que su política consiguió. Política sencilla. No por ello menos insinuante. Sobre todo, eficiente.
Su participación en las Bodas de Oro del colegio, 1958, fue como su “Nunc dimittis”, al ver en marcha ascendente, muy floreciente, esa obra tan querida por él. Dignos, hermosos homenajes se le tributaron. Estaba en sus 79 de edad, y celebró los 80 en Marcos Juárez. ¡Qué festejos!

La ciudad de Marcos Juárez le guardó muy particular afecto y recuerdo. En ella dejó a un gran amigo y bienhechor, Don Elías Albrech. Al conocerse la noticia de su fallecimiento, las autoridades comunales adhirieron al duelo. Además, dispusieron que las banderas del municipio permanecieran a media asta por el término de tres días.
Lo hemos visto con su guardapolvón entre gris y negro, dirigirse a paso seguro, azada al hombro, a combatir yuyos y afines. Bajaba por la escalera que va de la galería de la campana, la primera saliendo de la gran capilla, a la avenida de los plátanos, y se perdía, o no, hacia adentro del parque. Ya era un verdadero anciano. A algún Hermano, a quien tengo por muy observador, le oí decir que esa escena era segura cuando el Hermano Provincial estaba en la Villa. Quien sea perfecto, tire la primera piedra.
En 1959 sufrió una delicada operación. Había quedado más o menos bien. Con precaria salud vivió aún algunos meses. Pero hizo crisis. Falleció el miércoles 23 de marzo de 1960, a las 0:20. Nuestro Hermano Fernando, el más abuelito de nuestros fundadores, por su manera de tratar, de sonreír, de recordar. Resuena en nuestros oídos su voz baja y firme.

“…Vemos con indecible alegría cómo Dios bendijo aquellos primeros esfuerzos de 1903, y cómo la Santísima Virgen, nuestro Recurso Ordinario, vino en nuestra ayuda…”
“…al cerrar esta primera etapa de nuestra vida en la República Argentina, brota espontáneo de nuestros corazones el cántico de la acción de gracias…”
(De su mensaje con motivo de las Bodas de Oro de la Provincia, EdF., setiembre de 1953, pág.229).

Recordamos una expresión que, en ocasiones, interrumpía el desarrollo lógico de su hablar, y, por ahí, decía:
“… fin cétera, iá, ¿no?“, dicho muy corridito. Además, le debemos muchas páginas de biografías de Hermanos y de vida de nuestra Provincia. Vida digna de un digno Fundador. ¡Que estemos a su nivel!

Su Colaboración Con La Fundación Marista En Uruguay.
17/10/1933: Con el H. Macario L. Roba, de España, llegan a Montevideo. El propósito es fundar colegio. Son recibidos por Mons. Juan F. Aragone, Arzobispo, quien desea una fundación.
02/02/1934: Fundan el Colegio Santa María, el H. MLR., Director, y cuatro Hermanos españoles. Se halla presente el Hermano Fredien. Siempre fue una presencia adecuada y significativa.
En 1935, siendo Reclutador, contacta en Chajarí a la Sra. Magdalena Balossi viuda de Don Miguel Salaverredy, quien desea ofrecer una donación de terreno destinado a fundar una obra o escuela de índole católica. Son 13 Has. con una construcción. Se hace el nexo, a través de la Casa Generalicia, con los Hermanos de Alemania. El clima político se muestra cada vez más difícil en esta nación. Después de varias entrevistas con la Señora, y de comunicarse con los Superiores Mayores, la donación fue aceptada por los Hermanos de Alemania. “La Provincia Argentina destina al Hermano Fredien para que se encargue de todo lo concerniente a la reubicación de Hermanos españoles y alemanes y fue siempre el puerto de arribo de todos los “recién llegados“.

“El Hermano Fredien no descansaba en la búsqueda de nuevos campos de evangelización. En 1935 recibe la oferta de fundar una nueva obra en Chajarí, Provincia de Entre Ríos, República Argentina.” (Apuntes citados, pág. 2).
1935: Durante el verano europeo lleva a cabo visita de familia. Enviado por los Superiores, se corre hasta Alemania. Esta vez, el Reclutador va en búsqueda de Hermanos para la fundación chajaritense.
18/10/1935: Regresa de Alemania con cinco Hermanos, destinados a la fundación en Chajarí. Son ellos: Gelasio Krane, Albano Bartelman, Simón Hoschpach, Sigvaldo Pantel y Alfonso Bossle. Y, sigue diciendo el Hno. Danilo Farneda: “Es necesario hacer notar en este punto, que el H. Fredien provoca de esta manera un cambio en los planes iniciales de la Provincia alemana.” (Ante la empeorante situación política alemana, nuestros Hermanos ya habían hecho fundaciones en otros países, y América del Sur se les fue presentando como la gran alternativa, y más precisamente Brasil, en cuya provincia de Río Grande del Sur había una importante concentración de inmigrantes alemanes, y así hacer menos duro el desarraigo.) Y continúa: “La intrepidez del Hno. Fredien y el hecho de contar con una propuesta concreta, provocaron un cambio en las ideas originales. La fundación de Chajarí etc…”
(“Apuntes”, p.2) 08/12/1935: Se firma la aceptación del terreno en donación. La fecha trae consigo el nombre del establecimiento: “La Inmaculada.”

01/03/1936: Abre sus puertas el colegio de Chajarí. Es el origen de la presencia marista alemana en Uruguay. Por la dificultad de la lengua, la Provincia Argentina cede temporalmente al Hermano Fredien como primer Director, y a los Hermanos Norbertus, alemán, y Santiago Baron, argentino.
El 01/07/1938, el recién designado Visitador, H. José Verius Porta, llega con un grupo de Hermanos jóvenes. Lo Marista en Uruguay toma nuevas proyecciones.
Se sigue todo un caminar del nuevo estatuto uruguayo. Deja de depender de España en 1939. Nuevos grupos de Hermanos alemanes permiten fundar cuatro colegios en tres años. Citamos:
“Animando todo el proceso estaba el Hermano Fredien.” Revista LUJAN, AGOSTO 1991, pág. 54, que es seguramente cita textual de los Apuntes del H. Danilo Farneda, pág.2.

Los jalones de existencia canónica del Sector Marista de Uruguay, son los siguientes:
— 20/11/1958: es declarado Distrito Autónomo.
— Capítulo General de 1968: elevado al rango de Vice Provincial.
— 28/10/1982: es declarado Provincia.
— 1991: en fusión con la Provincia de Luján, ambas integran la nueva Provincia del Río de la Plata.

El Hermano Salvador Martínez Conde ha enviado un testimonio sobre el Hermano Fredien, recibido de Hermanos que han convivido con él en Chajarí. Rico en su brevedad. Textualmente:
“Hermano Fredien en Chajarí: piadoso, comunicativo, muy devoto de la Virgen (de Luján), abnegado y trabajador, gran amigo, el “petit Führer.” (Vocablo alemán que quiere decir “Conductor, guía.” Se le aplica a él porque fue quien acompañó a los primeros Hermanos alemanes).

Hermano FREDIEN
1878 – 1960)
Dios que todo lo hace bien, quiso que el H. Frédien fuera el abanderado del primer grupo de Hermanos Fundadores y el primer Director de la Comunidad fundadora de la Provincia Argentina, así que me ha parecido oportuno al hacer su biografía, recordar algo de los orígenes de nuestra amada Provincia y decir también algo de la Provincia madre de Saint-Paul-3-Châteaux, que tiene el derecho al agradecimiento y a las oraciones de su Hija del Plata.
El Hermano Frédien, en el mundo Daniel F. Grangeon, nació en Chatuzanges-le-Goubet, departamento del Drôme, Francia, el 2 de octubre de 1878, de Angelin Marcillin Grangeon y de Marie Josephine Musselon.
La familia Grangeon, verdadero hogar cristiiano, parecía un santuario donde Dios era honrado, cumpliendo con su ley, y la Virgen invocada diariamente.

Nada sabemos de su infancia, pero sí que merced al Hno. Gibrien de Marches, cerca de Chatuzanges, fue primero a Bourg-de Péage, donde se hallaba el Juniorado de Saint Paul desde setiembre, 1891, mientras se construía la actual y bella capilla. Después de unos días en su familia, ingresó en el Juniorado de Saint Paul el 25 de noviembre de 1892 siendo Director el Hno. Marcellin Joseph, de feliz memoria.
Allí encontró a otros de los alrededores de Chatuzanges, lo que le facilitó el acostumbrarse a la vida del Juniorado entonces en su apogeo con 120 presentes, oriundos muchos de ellos del Drôme, departamento que siempre proporcionó muchas y buenas vocaciones, como lo prueba lo siguiente.
En ocasión del Centenario de la Unión de los Hnos. de S. Paul con los de Nuestra Señora del Hermitage, se publicó una Reseña de la Provincia según la cual en la Centuria 1842 – 1942, en S. paul vistieron el Santo Hábito 2890 postulantes, de los cuales 626 eran de dicho departamento, en el que el Instituto logró dirigir 23 escuelas, entre ellas una en Chatuzanges fundada en 1892, justo el año en que nuestro Daniel ingresaba en el Juniorado.

SAINT-PAUL-TROIS-CHÂTEAUX.
Nuestra Provincia Madre nació el 31 de marzo de 1842. En tal fecha, el Cardenal Arzobispo de Lyon firma las deliberaciones y acuerdos del Hermitage y Saint-Paul. Significa la unión de ambas congregaciones. La Congregación con la que nos hemos unido, de los HERMANOS DE LA INSTRUCCIÓN CRISTIANA DE VALENCE, contaba con unos 40 miembros y 14 casas. (…) Encuentra al ir al cementerio y cómo siempre le había impresionado la visita de tantos Hermanos al Cementerio después del retiro anual.
En 1954 celebró sus Bodas de Diamante de toma de hábito con una extraordinaria preparación. En la estampa recuerdo figuran los nombres de 9 Hermanos que aún vivían y 11 ya en el paraíso y decía: “Éramos 43 el día de la toma de hábito presidida por el Canónigo Garnier Cura de Roussas, 20 hemos perseverado hasta el día de hoy, quiera Dios que los 20 sigamos fieles usque ad mortem.”
Recordábamos entonces que antes de que nos los robara el Gobierno en 1903, el Canónigo Garnier había adquirido para la Basílica San José el órgano y el Via Crucis de nuestra hermosa capilla de Saint Paul y el Via Crucis de la sala de la Comunidad para su Iglesia parroquial.

Entre los compañeros que tuvo en el Juniorado y que hicieron el bien en Francia, Italia, o América le gustaba destacar a los Hermanos Ostianus, Septimus, Guillaume y Arateur, por su brillante actuación, en el Instituto y que habían entrado como él en 1892.
Con ocasión de su última visita de familia en 1954 no podía olvidar la cuna de su infancia religiosa, su querido Saint Paul, verse y abrazarse con sus viejos amigos y des-pedirse hasta el cielo.
Recordando esta última visita escriben desde S. Paul los Hermanos Florence Marie y Mathurin Calvin únicos sobrevivientes de su toma de hábito. “Tenemos aquí un slogan que nos dejó cuando su última visita, ese verdadero y fervoroso Marista, cuya sencillez, franqueza y buen espíritu adornaban sus palabras, sus gestos y todas sus acciones, honrados por todo el bien que hizo en la Argentina y de haberlo tenido por compañero de Juniorado y Noviciado, helo aquí: “Le bonheur du ciel où tous nos maux sont finis.”

Con su compañero de viaje el H. Bajulus, y en un coche de la familia Grangeon, emprendieron la peregrinación a N. D. de la Salette, que por algo se llamaba de penitencia, pues hasta entonces ninguna ruta permitía a los coches llegar hasta el Santuario. Era precisamente el momento de la construcción de dicha ruta, trabajo casi por acabar, pero ellos nada sabían.
Al llegar preguntan a un ingeniero si pueden pasar. – “Poco falta para ser abierta al público, pero por el momento no se puede. “ – “Mire, señor, venimos de América…” – “No se puede, no se puede…” Mientras se preguntaban, resignados, cómo harían para subir con la comida a pie hasta la Basílica, ven bajar un auto y se dicen: “si baja es que ha subido.” Era el ingeniero jefe. Saludos, buenas maneras, y sin hablar de la negativa anterior le dicen que son misioneros que vienen de la Argentina y a donde regresan dentro de poco y le piden poder subir con el auto hasta el santuario. Poco después les extiende un permiso en forma, merced a la protección de la Madre de Dios y a la diplomacia del H. Fernando.

Si Nuestro Señor dijo “Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia”, algún premio le habrá tocado al H. Fernando.
El 16 de junio de 1954 la Casa de Gobierno fue bombardeada por una Revolución que fracasó. El Presidente de la República, Juan Domingo Perón, que ya había desatado una verdadera persecución religiosa, permitió la quema de siete de las mejores iglesias y del palacio Arzobispal de la Capital e hizo encarcelar la mayoría de los sacerdotes, religiosos y miembros principales de la Acción Católica de Buenos Aires y Provincias, en la noche del 16 al 17.
Es así como todos los Padres de la Basílica de Luján y los Hermanos del Colegio y de la Villa San José, en plena noche y en coche celular, se vieron conducidos y amontonados en un cuarto de la policía, entre ellos el R. H. Sebastiani A. G. y el H. Fernando, ambos entonces enfermos. Ese día 17, aunque fiesta del Sgdo Corazón, no tuvieron ni misa ni comunión. Fueron soltados al día siguiente, pero la persecución recrudeció, yendo por prudencia a menudo, Hermanos y Juniores a dormir en casas amigas, lo que le sucedió también al H. Fernando.

Suerte que unos tres meses más tarde, cuando se temía lo peor de lo peor, otra revolución derrocó al tirano perseguidor y puso fin a las injusticias.
En 1958 tuvo el gran consuelo de presenciar las Bodas de Oro de su inolvidable Colegio del Sagrado Corazón. Vio complacido los valiosos regalos hechos a la Capilla por sus queridos Ex Alumnos y amigos que quisieron cooperar en su compra. En el banquete servido en los patios del Colegio a más de 1200 comensales, se destacaban media docena de Hermanos Ex Alumnos y un centenar de descendientes o parientes del Bienhechor Fundador Don Elías Albrecht, y entre ellos dos Padres Salesianos.
Pocos días después, el 2 de octubre, en intimidad, rodeado de algunos fieles amigos y de los Hermanos de la Comunidad, celebró sus 80 años y hasta se le tuvo que ayudar para apagar las 80 velitas, tan grande era su emoción.
Con ocasión de la fiesta del Beato Fundador el Distrito del Uruguay celebró en 1959 sus Bodas de Plata. Como Fundador de Chajarí y haber traído personalmente los primeros Hermanos Alemanes para el Uruguay, Hermanos, Ex Alumnos y la Sociedad de Padres de Familia solicitaron y obtuvieron del R. H. Provincial de la Argentina, la asistencia del octogenario Hermano Fernando.

El Hermano Mariano, enfermero, le desaconsejaba el viaje, visto su estado de salud, pero el corazón fue más fuerte que la razón y asistió a todos los festejos, que culminaron con la inauguración de un magnífico monumento al Beato Fundador. Las Autoridades y toda la Familia Marista uruguaya quedaron encanta-dos y agradecidos aunque los que bien lo conocían se dieron cuenta de que ya no era el Hermano Fernando de antes.
La muerte. El cansancio acumulado por los esfuerzos que hizo durante varios días de fiesta en Montevideo y las molestias del regreso acabaron con su resistencia.
Llegó a Luján cansado, deshecho; no tenía apetito y sus achaques iban en aumento; de pronto se agravaron y fue preciso internarlo en el Hospital Español de Buenos Aires, para operarle de la próstata.
La preparación fue larga y sólo se pudo hacer la primera operación el 24 de Junio, pero con resultado satisfactorio. Los Hermanos Bajulus y Juan Pascual lo atendían día y noche; los Superiores y muchos Hermanos de la Capital lo visitaban a menudo, así como unos primos que tenía aquí, y también Ex Alumnos y amigos.

Quedó muy débil, a menudo perdía el control de sus actos y palabras; tardó bastante para poder resistir la segunda operación que salió bien gracias a Dios. Su estado general mejoraba muy lentamente y sólo el 30 de septiembre los médicos le dieron el alta y pudo volver a Luján para seguir la convalescencia.
Muy lentamente fue mejorando, entonces procuró seguir con sus ocupaciones como antes, hasta con el parque de vez en cuando. A veces se esforzaba en caminar aún más recto que de ordinario. La mejoría duró poco. Perdió el apetito y declinó rápidamente; de nuevo se iba arrastrando aunque a veces apresuraba el paso hasta correr balanceando el cuerpo, para no llegar atrasado y cumplir como buen religioso, en lo que podía y para dar buen ejemplo.
De cuando en cuando guardaba cama, pero siempre tenía esperanza de reponerse, y poder seguir prestando servicio a su familia religiosa.
El moral lo tenía bueno, pero le fallaba a menudo la memoria, no coordinaban sus ideas y dándose cuenta de ello empezó a decir y repetir que la cosa anda mal y a entristecerse, pensando en el desenlace final, hasta una vez algunas lágrimas perlaron en sus ojos ante varios Hermanos de visita, que entre ellos hicieron alusión a la muerte.

Pasaban los meses y las fuerzas disminuían, cuando una grave afección vino a agravar su estado. Al ver los efectos de un derrame de bilis, el médico aconsejó administrarle. Avisado de la gravedad de su estado, aunque sorprendido, se resignó religiosamente.
Rodeado de los Superiores y cohermanos, con completo conocimiento, contestando a las oraciones litúrgicas, recibió la extremaunción el domingo 20 de Marzo. Se hizo la recomendación del alma el 22 y a las 0:20 del miércoles voló su alma al Creador, para recibir el premio del siervo bueno y fiel, que pasó su vida dedicado a promover la gloria de Dios y el bien de las almas.
Sus funerales fueron sencillos como debían ser los del Hermitage en tiempo del P. Champagnat, sin coronas de flores ni discursos, pero sí muchas Avemarías, las letanías de la Virgen, las Preces del Ritual y anticipando las alegrías de la Resurrección el canto de la Salve.
Revestido de las libreas Maristas, por cuya conservación todo lo sacrificó, sus restos descansan en el gran RELICARIO de la Provincia, mirando hacia la Basílica, como si no pudiera el hijo dejar de mirar a su Madre Santísima de Luján, a quien tanto amó.
Digámosle, a él siempre tan bondadoso y cuyo valimiento es hoy tan poderoso cerca de Jesús, María y San José, que siga cuidando desde el cielo esa Provincia Argentina de la que es uno de los Fundadores y por la que se desvivió 57 años y que atienda la petición que le hacen sus compañeros de toma de hábito: “Le pedimos que interceda cerca de Dios por el Renacimiento de nuestra antigua Provincia de Saint Paul.”

Voz De Ultratumba.
(De Uno De Sus Trabajos).
“Ánimo, Juniores, Postulantes y Hermanos, os esperan recias luchas en el duro batallar de la vida, pero valor, Cristo y María están con vosotros, breve es el penar y eterno el gozar. La vida es un combate cuya palma está en los cielos, a conquistarla pues.”
R.I.P.

ECOS DE FAMILIA, junio 1929, pág. 144: “La Obra del Juniorato. El meritorio Hermano Fernando, director del Juniorato, anda en jira de reclutamiento de buenas vocaciones. Era cosa necesaria y urgente. Su celo y espíritu de familia así lo ha comprendido y no escatimará esfuerzos y sacrificios para llenar cumplidamente su propósito. Quiera el cielo bendecir sus pasos y quieran también todos los carísimos Hermanos secundar en la medida de sus fuerzas esta importante misión.” Y en pág. 152 se lee, bajo el título de ECOS DE LAS BODAS DE PLATA, una reseña del acto celebrado en Villa San José, dejándose constancia que, en su momento, tanto “EL AMIGO” cuanto “EL LIRIO DE SAN JOSÉ” y “JUVENTUS NOVA” se hicieron eco de los dos números salientes que coronaron los festejos jubilares, 1903 – 1928. Tales fueron “la solemne función de acción de gracias en la basílica del Santísimo y la bendición de la piedra fundamental del nuevo colegio Champagnat. “ Los actos en Luján contaron con la presencia de más de 200 Hermanos, dejándose constancia: “Velada literaria. El magnífico parque del colegio brindó marco aparente para el acto que debía congregar por la tarde a los Hermanos del retiro y a los moradores de la villa San José.

En el estrado de honor se ubicaron el Rdo. Hermano Asistente, el Rdo. P. Director de los Ejercicios, P. Homs S.J., el P. Capellán de la Casa San José, el Hermano Provincial, el Hermano Filomeno, y los obreros de la primera hora residentes en el país; h. Frédien, Paulius, Veremundo, Simeón, Bajulus y Donaciano.” La crónica cubre toda la página 154. Culmina con la visita al Panteón.
Diciembre 1932. Llama la atención no encontrarlo en la lista de ninguna de las comunidades ese año, figurando como consejero provincial. Pero sí leemos en pág. 218: “El Hermano Fernando, siempre dispuesto a prestar ayuda, tomó temporalmente la dirección del colegio San José, de Morón.” Se debió a la enfermedad de su titular, Hermano Ángel (Angelo Oreggia).
Diciembre 1933, pág. 246, siendo Reclutador, se nos dice en página 246, en la noticia de la celebración de las Bodas de Plata del colegio Sagrado Corazón de Marcos Juárez: “El Hermano Fernando, director fundador, estuvo presente, con gran satisfacción de los muchos que le recuerdan con sentida simpatía.”

En julio 1935, pág. 295, se nos dice que, con el Hermano Anacleto, se ha embarcado, llamados ambos por los Superiores. Tal vez el secreto del asunto esté en lo que leemos en diciembre de ese año, pág. 301: “NUEVO DISRITO. Guiados por el Hermano Fernando llegaron cinco Hermanos pertenecientes al Distrito de Alemania; vienen para fundar en la provincia de Entre Ríos; actualmente pasan una temporada en Luján para familiarizarse con el castellano.” En la lista de la Provincia de 1936, figura entre los tres ausentes. En 1937, consejero provincial, se desempeña en la misión de Director del colegio de Chajarí, del distrito uruguayo. Con él están los Hermanos Norbertus y Santiago Luis. No figura ningún otro.
Abril 1938, pág. 376: “RECLUTADOR. El Hermano Fernando, tras dos años y medio de suspensión de su meritoria misión, después de haber prestado importantes servicios a nuestros Hermanos de Chajarí, ha reiniciado sus “correrías apostólicas”. Sabe que la mies es mucha, que se necesitan operarios, que el germen de la vocación es más general de lo que pensamos, y se ha lanzado decidido en busca de futuros apóstoles. Que le acompañen y secunden nuestras plegarias.” En la nómina de ese año, pág. 387, integra el consejo provincial, mas no se le adjudica pertenencia comunitaria a la vista.
Agosto 1938, pág. 392. Inédita situación: “MARCOS JUÁREZ. Reiteradas instancias del bondadoso y apostólico Párroco para dotar al colegio de una capilla más amplia y cómoda, donde los días festivos pudiesen oír misa los alumnos, descongestionando así la iglesia parroquial, han obligado a ocuparse seriamente del asunto.

Se ha puesto al frente el querido Hermano Fernando, quien con elogioso empeño se dedica a una obra tan simpática. Citados los ex alumnos a asamblea, atinaron a designar una comisión activa y adicta a los Hermanos. Abrigan el propósito de contribuir, como prueba palpable del afecto a su amado colegio y del cariño a sus maestros, con una parte muy apreciable de la suma requerida para que sea una realidad el proyecto acariciado.
Es un gesto que les honra y que prueba cómo a su debido tiempo germinan las semillas que padres y maestros cristianos depositaron en sus tiernos corazones.” En septiembre de 1939, continúa el tema, pág. 431: “MARCOS JUÁREZ. Meritoria ha sido la labor de la comisión de Ex Alumnos pro – capilla. Con todo cariño y ahínco tomó a pecho la obra y ha conseguido su propósito. Se han hecho acreedores a nuestra perpetua gratitud.

El Hermano Fernando ha sido el animador y el ‘pechador’ constante. Ha contribuido a levantar un templo al Señor, y es una hermosa manera de merecer la entrada en el templo de la gloria.
La comunidad está contenta de la obra; preparó la inauguración con todo esmero.
También los alumnos han demostrado su cariñoso afecto con un gesto simpático. Ya el año pasado entregaron más de seiscientos pesos; este año se han propuesto costear las dos campanas cuyo importe es de unos mil cuatrocientos pesos.
No han faltado los obsequios de bancos y estatuas. El resto ya se apronta a pagarlo el querido H. Victorino quien está acostumbrado a sacar de apuros a los que lanzan el S.O.S.” Dato complementario, es agregar que en la nómina revista en la misión de ‘Reclutador”, y, como ya sabemos, se ve que no era costumbre insertarlo en la lista en una comunidad.

Diciembre 1941, pág. 19, en la que se habla de la valiosa tarea de no perder la tradición. Veamos: “Historia de la Provincia y Biografía de los Hermanos fallecidos. La Provincia tiene un tesoro —su tradición— que no podemos perder ni dejar en la esterilidad. Sería además una lástima no aprovechar las excepcionales condiciones de nuestro buen Hermano Fernando para ese trabajo. Haciendo un paréntesis a su misión de Reclutador ha emprendido la tarea con el entusiasmo de sus mejores años y el fervor por las cosas de la Congregación que todos le conocemos. Gracias a su memoria privilegiada las hojas se van amontonando como por ensalmo.
Además de la Historia propiamente dicha de la Provincia, tiene hecha ya la biografía – por lo menos esbozada, debiendo ser completada con el concurso de todos – de los siguientes Hermanos cuyos nombres copio in extenso con verdadera fruición persuadido además, de que su sola lectura producirá en el alma de muchos Hermanos resonancias saludables.” La nómina que sigue en la nota, se encuentra en el prólogo de esta carpeta.

En 1942, lo encontramos nombrado en la comunidad del Sagrado Corazón, M. Juárez. En el número de diciembre, pág. 55, continuando lo anterior, leemos: HISTORIA DE LA PRO-VINCIA. Con el presente número de ECOS DE FAMILIA se inicia la publicación del trabajo escrito por el Reverendo Hermano Fernando sobre la historia de la Provincia Marista de la Argentina.
Se trata de un trabajo detallado, elaborado con prolijo afecto, por quien armoniza la ventajosa condición de haber sido actor destacado de muchos acontecimientos de la Provincia, con un reconocida e indeclinable fidelidad de memoria y un amor ilimitado a lo marista.
Lo que aquí se irá insertando es sólo un extracto, condensado del original francés.
Al agradecerle al Hermano Fernando el trabajo que se ha impuesto – valiosa contribución, sin duda, al fomento del buen espíritu de familia en la Provincia – advertimos que se escucharán con gran interés cuantas observaciones se quieran formular sobre esta incipiente historia de la Provincia.” En páginas 59 – 60, se hallan el primer momento de esta importante publicación. En números siguientes, se continúa con ella. ¡Qué bien!

Septiembre 1944, pág. 98: “Colegio del Sagrado Corazón (Marcos Juárez).Las bodas de oro de profesión religiosa del Rdo. Hermano Fernando fueron conmemoradas con una Santa Misa y un Te – Deum, actos realizados en nuestra capilla, a los que siguió una concurrida asamblea de ex alumnos, en la que hablaron el Reverendo Hermano Director y el Sr. Presidente de la sociedad, agradeciendo el benemérito jubilar, quien recibió muchas fraternales adhesiones de HH. de distintas Comunidades.” El Hermano Rogel era Director ese año.
Curiosa… o providencialmente, de muy temprana data nuestro biografiado estuvo en relación fundacional, directa e importante con el C. Sagrado Corazón. Veamos, noviembre 1944, pág. 138, “Ensayo de Historia de la Provincia, 1908 (III) Marcos Juárez. (…) En marzo de 1908, el Hno. Vincent Ferrier, entonces Director del flamante Colegio La Inmaculada, en nombre del Rdo. Hno. Asistente viajó a Marcos Juárez en compañía de los Hermanos Fernando y Julio Benjamín, quienes se habían de hacer cargo solos de la marcha del establecimiento durante dos años, 1908 y 1909. El primer año contó el colegio con 91 alumnos, de los cuales 25 eran pupilos; el segundo año la cifra se elevó a 135, de los cuales 35 eran pupilos.” Luego se dice que en 1912 se inauguró la capilla provisoria, cuya vigencia se extendió hasta 1939, año en que, como se dice poco más arriba, se bendijo el nuevo y actual templo. Los ex alumnos de aquella primera hora, acaudillados por quien había sido su primer Director, nuestro H. Fernando, tuvieron parte tan activa, según se ha leído.

En abril 1945, pág. 8, el 8 de enero, en la clausura del primer retiro de Luján, se celebró con solemnidad un gratísimo acontecimiento de nuestra familia religiosa, las Bodas de Diamante de toma de hábito del Hno. Louis Célestin y las Bodas de Oro de toma de hábito de los HH. Simeón y Frédien. Es certísimo lo que ahí leemos, ya que a lo agradabilísimo de la celebración, se aliaba el personal mérito y extraordinario afecto de que goza cada uno de los héroes de la jornada. “(…) el Hno. Frédien, abanderado de la valiente expedición que por vez primera plantó el pendón marista en nuestras playas.” Se hace interesante crónica de los diversos actos, destacándose la presencia de nuestro biografiado, en la respuesta al brindis del Hno. Provincial; se nos dice que los números centrales de la velada estuvieron a cargo de él y del H. Vital, quien, en el recorrido del curriculum vitae de los tres, en cuanto al peregrinar del H. Frédien, nos hace saber que, iniciado en Beausset y rematado en Marcos Juárez, fue jalonado en Sommières, Burgos, Saint – Joseph de Marsella, Fuveau, Burgos, Buenos Aires, Marcos Juárez, Capilla del Señor, Villa San José, Chajarí, etc. Las pinceladas hicieron que no se redujeran las semblanzas de los tres a un elencado de lugares y fechas.

Y, citamos: “El Hno. Frédien, a pesar de hablar ya en las postrimerías de un acto que había resultado harto prolongado, tuvo a todo el auditorio en suspenso de su palabra, plena de interés, con la que fue tejiendo, al fluir de su memoria lozanísima y tenaz, una sarta de referencias y anécdotas que caían sobre la excelente disposición del público como cae la miel sobre las consabidas hojuelas. Para clasificarlo como orador aquella tarde se les ocurrió a muchos un adjetivo de cuño rioplatense, pero muy expresivo: decir que el H. Frédien había sido un orador canchero era decirlo todo.” El cronista repite puntualmente pasajes suyos, y citamos algunos párrafos con que termina él, en cita del celebrado áureo: “Breve estadía tuve en Burgos, la segunda vez, ya a punto de salir para Cienfuegos, que no para la Argentina, adonde luego fui destinado. Grato recuerdo conservo de ese querido Juniorato que dulcificó en parte los sinsabores de aquellos primeros días de destierro. Uno de mis mejores consuelos es el de haber tenido, entre otros muchos, a dos juniores muy sobresalientes en piedad, en estudio y en abnegación: uno de ellos, honra de nuestra Provincia, es el Hno. Valero, a quien Dios conserve por muchos años para bien de la obra marista en estas tierras (nombra también al actual Provincial de Colombia). Finaliza puntualizando que en estos mismos días se cumple el 40º aniversario del primer retiro argentino, y con él, el 40º aniversario de la primera profesión perpetua en el Río de la Plata… “… el Hno. Donaciano, actual Director de la Casa Provincial, para el cual pido, con permiso del Hno. Provincial, el aplauso de todos los presentes.” Una suelta de palomas coronó el acto, a cargo del Hno. Bernardo, ‘mantenedor’ de ‘El Banderín’, palomar sito en el cole-gio de Luján. Un magnífico Te Deum y la bendición con el Ssmo. Sacramento cerró la jornada.

Agosto 1945, pág. 96. Un nuevo paso retrospectivo. “ENSAYO DE HISTORIA DE LA PROVINCIA. (…) Hermanos llegados en 1912. A fines del mes de abril, en compañía del Hno. Frédien, quien regresaba del segundo Noviciado, llegaron los HH. Anacleto, Cesidio, Expedito, Julio Federico, Luperto, Néstore, Odón y Pergentino, además de Mauricio Martelli, fallecido en 1913, siendo aún junior.”
Diciembre 1945, pág. 19. En noticias sobre nuestros enfermos, leemos: “Han sido también sometidos a distintas intervenciones los queridos HH. Asterio y Fernando.” Agosto 1947. Detalles de nuestro Hermano: Entrega un fajo de cartas que ha recibido de Saint Paul, que permite a ECOS DE FAMILIA brindar una página de letra pequeña sobre lugares congregacionales (pág. 86). Envía de obsequio desde Luján a Chajarí una imagen de la Virgen de Luján. Es venerada cada día en distintos barrios de la población. Es desde el 3 al 15 de agosto en homenaje al Primer Congreso Mariano Nacional, juntamente con solemnes jornadas de adhesión. El Congreso tuvo lugar en la ciudad de Luján (pág. 88). Y, de más envergadura, octubre 1947 (pág. 99): “Villa Champagnat. (…) El 11 de septiembre nos llega desde Luján el buen Hno. Frédien, quien ha venido a Córdoba por asuntos vinculados a una partida asignada al Cgio. del Sagrado Corazón (Marcos Juárez) por las autoridades provinciales. Mientras duraron sus gestiones fue nuestro huésped.” No mucho después lo hallamos otra vez en Villa Champagnat, y colabora en el retiro de profesión de los novicios con algunas instrucciones.

Diciembre 1947, pág. 127. Eso sí, en abril de 1948, pág. 9, se aclaran mejor los tantos: “Villa Champagnat. (…) … el Hno. Frédien, pasó casi cuatro meses en Villa Champagnat, y fue, además de conferencista de los retiros, ‘edil de caminos y riego’, …” Y, siempre por Córdoba, leemos en agosto 1948, pág. 43: “En la segunda quincena de julio, han sido nuestros huéspedes los estimados HH. Frédien y Félix Valentín, quienes viajaron a Córdoba por asuntos vinculados a la construcción de Marcos Juárez y los intereses de esta Villa Champagnat.” El 2 de septiembre sale para la Casa de la Sagrada Familia, nombrada esta vez, como muchas otras, “la Editorial.” Octubre 1948, pág. 65. Se da un regreso el 19 de octubre, según leemos en noviembre 1948, pág. 72. Acompaña a dos Hermanos Escolásticos, un tanto fatigados del año de labor escolar. Sus idas a Córdoba muestran sus frutos, según leemos en mayo 1949, pág. 8. Por sus constantes diligencias se ha conseguido la aprobación de nuestros textos escolares por parte del Consejo General de Educación de la provincia de Córdoba. Pero, mirando mejor, vemos que ese año de 1949, su comunidad es la de Villa Champagnat… Cf. ese mismo número, pág. 12.

Julio 1949, pág. 28. Por la partida del Hno. Elías Gustavo a Europa, con el Hno. Apolinar Isidro, en calidad de enfermeros, se hacen cargo de atender al Hno. Damián Spinelli. Se encontraba este Hermano en la Casa de la Sagrada Familia, donde falleció el domingo 28 de agosto siguiente. Sucedido este penoso hecho, el H. Frédien regresa a Villa Champagnat, luego de acompañar dos meses al querido enfermo; así se lee en setiembre 1949, pág. 51.
Octubre 1949, pág. 63, reencontramos a Frédien apóstol. “El estimado H. Frédien recorre en estos días las escuelitas serranas y rurales de la zona (Anisacate, Despeñadero, Bajo Chico, José de la Quintana, La Serranita…), disponiendo a los más pequeños para su próxima Primera Comunión.”

Libros HME… Córdoba, y también Entre Ríos. Mayo 1950, pág. 7: “Nuestros textos en Entre Ríos. Gracias a bien conducidas gestiones, el Rdo. Hno. Fernando obtuvo que el Ministerio de Educación de la provincia de Entre Ríos aprobara oficialmente y hasta, en algunos aspectos, recomendara vivamente el empleo de la colección HME de textos escolares. Dicha aprobación y otras empeñosas diligencias del mismo Hno. Fernando se reflejaron luego en numerosos pedidos de nuestros títulos por parte de las escuelas públicas y privadas de la provincia mesopotámica. Le expresamos al Hno. Fernando nuestras felicitaciones por su éxito.” Ya sorprende la capacidad de gestiones benéficas de nuestro Hermano. Mira, lector, esto de la página 16: “Obras en los colegios. (…) …no hay que olvidar las obras de Villa Champagnat, donde se ha tropezado con la falta de ‘portland’, lo que ha demorado el ritmo de la construcción. Ahí también, gracias a empeñosa tramitaciones del Rdo. Hno. Fernando, las cosas han tomado más diligente sesgo.” No obstante el buen clima anisacateño: “Nuestro Rdo. Hno. Frédien no ha estado bien durante agosto. A partir del 15, afectado por un acceso de bronconeumonía, debió ser internado en el hospital de Alta Gracia. Ahora está mejor, gracias a Dios. Pedimos al Cielo su completo restablecimiento.”

Diciembre 1950, pág. 78. En un suelto sobre las ediciones de la Editorial HME, se relevan éxitos y dificultades. No dejan de hacer notar: “Y ya que aludimos aquí a las actividades de la Editorial HME, no hemos de pasar por alto la colaboración que a ella presta el Rdo. Hno. Fernando, quien ha obtenido la aprobación de casi todos sus títulos para las escuelas de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, gracias a empeñosas gestiones ante las autoridades educativas de las mismas provincias.”
Octubre 1951, pág. 42. Marcos Juárez por siempre. Primero se dice de las nuevas celdas, seis, confeccionadas con tablas Hard Board. Doy fe, ya que, nombrado al C. Sgdo. Corazón, me albergué en una de ellas, al llegar en febrero. Y poco tiempo después, lo que sigue: “El Sr.Cura Párroco bendijo solemnemente la capilla gruta de la Virgen de Lourdes. Por la tarde, grandiosa procesión con las estatuas de la Virgen y de Santa Bernardita, obsequiadas por las Sras. Aída B. de Monetto y Teresa de Ballario, respectivamente. Se calculó en dos mil personas la concurrencia. El H. Frédien tuvo a su cargo el discurso oficial, muy oportuno y ameno como todos los suyos. La hermosa gruta pudo erigirse gracias a la generosidad de las comisiones de Damas, Caballeros y Ex alumnos y del pueblo todo, demostrando una vez más Marcos Juárez su cariño por el Colegio del Sagrado Corazón.”

Habiendo estado presente y ayudado al Hno. Julio Toribios en sus preparativos de sacristía para el evento, recuerdo que fue el Padre Luque el oficiante. Asimismo se me quedó grabada la simpatía que despertaba el Hno. Frédien. Particularmente las sonrisas de adhesión y aprecio cuando, en medio de su discurso, intercalaba algún recuerdo que se le ofrecía espontáneamente. Interrumpía su inicio de comentario y agregaba: “No, esto no, porque lo voy a decir después. ”En efecto, lo tenía escrito posteriormente. Una dificultad para el oficial que revistió el devoto recinto con piedras blancas, la encontró en la trepidación causada por el paso, tan próximo, de trenes, tratándose del revestimiento del techo. En tal caso, apoyaba su mano sobre la piedra en colocación, hasta que finalizaba el temblequeo que comprometía el mantenimiento de la blanca piedra.
Quedó muy bella, con una mini acequia adosada lateralmente, sobre la pared interna. Permitía depositar flores y mantenerlas en humedad hasta que, en otro momento, se las ordenaba en floreros. Esta tarea la hacían, con frecuencia, devotas damas. La Virgen de Lourdes era muy visitada. Estaba muy a mano, a izquierda, apenas traspasada la puerta del templo. El Hno. Eugenio Calle Cuesta me confirma que se encuentra así la hermosa gruta, agregando la información de que el viejo edificio enorme de varios pisos, atrás en la foto, ya no existe.

Al año siguiente, firme en Villa Champagnat, sabemos de una prolongada gira de dos meses por Entre Ríos, de la que llegó el 22 de abril. El cuerpo de Inspectores Seccionales aprobó, por unanimidad, las cuatro Aritméticas. Éstas, más los textos aprobados en 1950, elevan a 18 el número de textos HME autorizados en las escuelas entrerrianas. ¡Felicitaciones. En junio 1952, pág. 112. En octubre, y desde el 15 de agosto, una tos maligna y persistente tornó delicado su estado de salud. Octubre, pág. 148. Pero, viendo diciembre, pág. 168, pareciera que mejoraron las cosas: “Noviembre 1: (…) Durante la Misa hizo su Primera Comunión el niño Pablo Marcelo Astrada, preparado con todo esmero por el querido Hno. Frédien. El abuelito paterno, Don Aurelio, de 93 años, quiso acompañar a su nietito a la Sagrada Mesa. Después de la Misa y unas breves palabras del Rdo. Padre Capellán, Pablo renovó sus Promesas del Bautismo con un fervor y un acento que todos admiramos.
Al salir de la capilla, el viejito no pudo menos de exclamar: “Ahora sí que puedo irme en paz, y no voy a tardar mucho, pues mis fuerzas me lo anuncian.”

Abril 1953, pág. 177. Forma parte de la comunidad del C. La Inmaculada: “Algo delicado se encuentra desde marzo el querido Hno. Frédien, a quien tiene postrado en cama una antigua dolencia de carácter bronquial. Prodíganle solícitos cuidados y exquisitas atenciones, los Hermanos del C. La Inmaculada.” Ya convaleciente, se incorpora a la comunidad de Villa San José, junio, pág. 200.
Septiembre 1953, pág. 237: “Días de nuestra Provincia. Sobre la base de un trabajo preparado por el Rvdo. H. Paulius, revisado y completado con el asesoramiento de los HH. Veremundo, Frédien, Simeón, Bajulus y Donatianus, iniciamos hoy la publicación de una reseña histórica de la Provincia que habrá de continuarse. La Dirección.
AÑO 1903. (…) El 25 de setiembre llegan a Buenos Aires los primeros Hermanos Maristas. Es viernes y llueve suavemente. Cin-co desembarcan de civil y dos con el indumento marista completo: HH. Frédien y Vere-mundo. Nos reciben los Padres de la Misión (Lazaristas), de la calle Cochabamba Nº 1467, de los que era Visitador el Rdo. P. Georges Révillère. Almorzamos en silencio, con los Padres, Hermanos. Coadjutores y alumnos.
Al día siguiente, 26, el H. Frédien y el Padre Bouvier, superior del Colegio, efectúan una visita al señor Internuncio, Mons. Antonio Sabatucci, quien conocía a los Hermanos de Colombia (…)

El 27, el H. Frédien visitaba a Mons. Mariano Antonio Espinosa, arzobispo de Bue-nos Aires, quien, media hora después, devolvía la visita y bendecía a los Hermanos.” El H. Frédien quedó a cargo de la escuela gratuita de los Padres. Quedaron con él los Hermanos Bajulus, Simeón, Arège, Loger y Donatianus: pág. 238.
Ya en diciembre, pág. 295, retorna a su tarea como delegado de HME. “4000 sobres despachó en noviembre el querido Hno. Frédien, con la propaganda de nuestros nuevos libros de lectura. Centro de su actividad fue la Editorial, desde donde conectó relaciones gráfico –Benjamín, a quienes se unió, poco después, el H. Joseph – Perpétue.” También Bodas de Oro escolares. Y el H. Frédien fue el centro de la áurea celebración. Vayamos a diciembre 1958, pág. 253: “Marcos Juárez: Crónica de los festejos jubilares. (…) Y hablemos ya del H. Frédien, del H. Fernando, como lo llamábamos en Marcos Juárez. Fue, sin exagerar, el centro de toda la celebración jubilar.

A su llegada a la estación de Marcos, el sábado 27 de septiembre, fue saludado, abrazado, ovacionado por un nutrido grupo de exalumnos “de la primera hora.”
En la velada del Cine Teatro Italiano, de esa misma noche, fue nuevamente ovacionado por el público que colmaba las instalaciones. Señalado y enaltecido por los oradores… Los coros y la concertista le dedicaron sus mejores piezas, y fue bombardeado sin descanso por los fotógrafos. Monseñor Deane y otras autoridades le testimoniaron su admiración y afecto.

El domingo 28, día central de los festejos, fue su gran día, fue su gran día de gloria. En la misa solemne de las 10 y en el almuerzo de las 13, principalmente. A la salida de la Misa, la muchedumbre de ex alumnos y amigos se apoderó de él para felicitarlo, palmotearlo, abrazarlo y hasta estrujarlo peligrosamente. No fue nada fácil encauzar la foule para proseguir el programa con la bendición de las placas.
En el almuerzo de camaradería ocupó el centro de la mesa cabecera, entre Monseñor Deane y el vicegobernador de Córdoba. Ni qué decir que fue nuevamente ovacionado, sobre todo cuando llegó el momento de los discursos. Todas las miradas convergían hacia la cabeza nevada del héroe de la primera hora, feliz hoy de poder contemplar el triunfo de su obra humilde pero fecunda.
Además, el Hno. Fernando tuvo la dicha de celebrar aquí, el 2 de octubre, sus 80 años de vida. Fue otro día de gloria y de acción de gracias, con misa, comunión, saludo del señor cura párroco, , flores y versos. Tampoco faltó la gran torta de cumpleaños con las 80 velitas de rigor, que el festejado apagó de un solo soplo… Los presentes firmáronle un hermoso pergamino y el fotógrafo no estuvo ocioso.
Tales fueron, a grandes líneas, los festejos jubilares de nuestro querido colegio: muchos, brillantes y entusiastas. ¡Loado sea Dios por todo!”

Agosto 1959, pág. 295. El invierno no es propicio a nuestro cordial viejecillo: “Villa San José. a) Comunidad: El Hno. Frédien, después de representar dignamente a nuestra Provincia en los festejos jubilares del Distrito Uruguayo, en el Colegio Santa María, de Montevideo, ha debido internarse en el Hospital Español, donde está en observación. Formulamos los mejores votos para su total restablecimiento.” En octubre, pág. 316, aunque no se menciona una primera, leemos: “Una segunda operación le fue practicada al H. Frédien en el Hospital Español, de Buenos Aires, el 14 de septiembre. Gracias a Dios todo ha ido muy bien, por lo que ya se encuentra reintegrado a su comunidad de la Villa San José.”

+ Hno. FREDIEN.
A las 0,20 del miércoles 23 de marzo, vale decir: en un día y en el mes consagrados a San José, entregó su alma al Creador, en la Villa San José de Luján, el carísimo Hno. Fernando (Frédien), el fundador de la Provincia Marista Argentina, pues que le tocó presidir el primer grupo de Hermanos que arribaron a Buenos Aires en septiembre de 1903.
Después de la delicada operación que se le practicó el año pasado, había quedado más o menos bien, y la precaria salud con que vivió aun algunos meses, hizo crisis en la hora, día y mes antes citados.
De su ficha personal extraemos los siguientes datos: Nació Daniel F. Grangeon en Chatuzanges, departamento de Drôme (Francia), el 2 de octubre de 1878. Ingresó en el Juniorado de Saint Paul-3-Châteaux el 25 de noviembre de 1892. Vistió el Santo Hábito el 2 de febrero de 1894. Primera Profesión: el 15 de agosto de 1895. Profesión Perpetua: el 19 de septiembre de 1900. Voto de Estabilidad: el 2 de febrero de 1912.
El Hno. Fernando actuó en Francia hasta 1903, año en que las leyes sectarias aplicadas por M. Combes le obligaron a expatriarse.

Durante toda la vida conservó el documento conminatorio con que se puso término a su apostolado en la patria de San Luis y de Santa Juana de Arco, y gustaba de enseñarlo a todos, diciendo que era uno de sus mejores pasaportes ante el Juez Supremo.
Obrero de la primera hora en el campo de la docencia marista Argentina, le tocó intervenir muy de cerca en la organización del naciente Distrito y en la fundación de varios colegios.
En 1914, hallándose de director en Marcos Juárez, una grave enfermedad lo condujo a las puertas del sepulcro. Sólo le salvó la intervención milagrosa de Santa Teresa del Niño Jesús, hacia la que guardó toda su vida singular devoción.
Uno de los establecimientos que más beneficiaron de su sabia y prudente dirección, fue el Instituto Fahy, de Capilla del Señor, cuyos ex alumnos lo recuerdan con singular veneración.
No menos proficua fue su labor al frente de la Casa Provincial de la Villa San José de Luján, en cuyo directorado se construyó la segunda parte del edificio.
Primer consejero provincial durante varios años, hubo de reemplazar al Rdo. Hno. Valero, con el cargo de Visitador, cuando se ausentó para asistir al Capítulo General de 1932.

La parte más interesante y a la vez la más sacrificada de la vida del Hno. Fernando fueron, sin duda, los años en que se dedicó al reclutamiento de vocaciones. ¡Qué de correrías no efectuó ese “Judío errante”, como el mismo se denominaba, por diversas provincias argentinas, especialmente por las del litoral!
Algo se sabe de sus múltiples peripecias; pero mucho se ignora de su vida sacrificada y plena de abnegación.
Una cosa es cierta, y es que logró un sinnúmero de vocaciones para su Instituto.
Hay que anotar también en el “Haber” del Hermano Fernando, la parte principalísima que tuvo en la fundación del Distrito Uruguayo y, especialmente, en la instalación y desarrollo del Colegio La Inmaculada de Chajarí. Este Colegio y el de Marcos Juárez fueron ciertamente los predilectos del Hermano Fernando, y en ambos dejó un perenne recuerdo de su devoción a María: Una gruta de Lourdes.
A él se debe también la construcción del esbelto templo al Sagrado Corazón, contiguo al colegio de Marcos Juárez, así como algunas construcciones del mismo, que fueron posibles gracias a los recuerdos que su insinuante política consiguió.
Hace dos años, con motivo de las Bodas de Oro de este establecimiento, se tributaron al Hermano Fernando los honores y homenajes que se había hecho acreedor. Como él lo manifestó, cantó entonces el “Nunc dimitis”, al ver tan floreciente y en marcha ascendente una obra para él tan querida.

Cabe aún anotar un dato más, que predica muy elocuentemente el espíritu de la familia del venerado difunto, y es su eficiente propaganda en pro de los libros de la Editorial H.M.E., aprovechando sus giras vocacionales.
Otras muchas facetas interesantes presenta la vida del Hermano Fernando, que la tiranía del espacio me obliga a silenciar.
A este siervo fiel, tras larga existencia ocupada en promover la gloria de Dios y el Bien de las almas, le llegó la hora de la recompensa. Una santa muerte fue el coronamiento de una vida toda consagrada al Señor.
En su entierro no hubo flores ni discursos — ¿para qué esas vanidades?—Los que le acompañamos a su última morada fuimos esparciendo místicas rosas –las avemarías del rosario—todo lo largo del trayecto, y las sencillas y severas preces del ritual reemplazaron con creces la verborrea humana.
La Provincia Marista Argentina ha perdido en la tierra a su Fundador, pero ha ganado un poderoso intercesor en el cielo.

¡Descanse en paz! H. CIRILO CÁNDIDO.
Nota necrológica que publicó ECOS DE FAMILIA, abril 1960, pp. 339 – 340. No podía fallar, de acuerdo a lo que publicó EdF en julio 1960, pág.370: “Con ocasión del fallecimiento del Hermano Frédien, el 23 de marzo pasado, las autoridades edilicias de Marcos Juárez adhirieron al duelo; dispusieron, además, que las banderas del municipio permanecieran a media asta por el término de tres días.”

El Colegio Sagrado Corazón inauguró su nuevo edificio totalmente terminado en abril de 1966, completándose el edificio de Primaria, por calle Lardizábal, respetando el mismo estilo, entre 1967 – 1968. Juntamente con lo actuado, se construyeron las habitaciones para los Hermanos, que dejaron así de ser las más precarias que se tenían tanto en una como en otra Provincia. En 1966, para que no desentonara el frente y la torre de la capilla, se los limpió con soplete de arena. . Desde el Cielo, alentando su primer Director, 1908 – 1917, el Hermano Frédien. Información más completa, la hallamos en la revista LUJÁN, Nº 5 1970, pág. 37.

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