Back to all Post

HNO. FELIX FLOREZ

Nombre Civil: Félix Prudenciano Flórez.

Fecha de Nacimiento: 16/05/1910.

Lugar de Nacimiento: Provincia del Río de la Plata — España.

Fecha de Profesión: 02/07/1927.

Fecha de Defunsión: 08/05/1998.

Estable 1910 – 1998.
Nacimiento: 16.05.1910 — España.
Junior: Carrión: 24.11.1921
Llega al país: 23.09.1923 y junior en Luján.
Postulante: 02.01.1926.
Toma de Hábito: 02.07.1926.
Primera Profesión: 02.07.1927.
Profesión Perpetua: 02.02.1933.
Votos de Estabilidad: 23.12.1971.
Actuación:
Escolástico ….. 1½ Años.
Maestro ….. 6 Años.
Profesor ….. 27½ Años.
Celador ….. 4 Años.
Administrador ….. 7½ Años.
A préstamo ….. 6 Años.
Retirado ….. 11½ Años.
Fallecimiento: +08.05.1998 — Luján — 87 Años y 72 Años de Vida Religiosa.

Al día de la fecha, 31.07.1999, es el último fallecido de la Provincia del Río de la Plata.
FLÓREZ, Félix Prudenciano, fue puesto por Dios en este mundo en la empinada Santervás de Campos, y por lo mismo vallisoletano de provincia. Don Eugenio, su padre, que fue agricultor, se fue al cielo en 1953, mientras su hijo se desempeñaba en la función de profesor en el C. San José de Morón. Doña María Flores Garrido, su madre, se encontraba en vida en fecha de completarse su ficha provincial. Recordamos que su permanencia a préstamo en la provincia marista de Madrid –noviembre 1973 a julio 1980- se debió a establecerlo en proximidad y posibilidad de atender a su anciana mamá. Su domicilio de ella, es la calle Laín Calvo, 19 –Madrid. En dato agregado en 1984, la casa de residencia de su hermano Hilario, es en la misma calle, nº 25, Madrid 11, con teléfono 4641438. No se deja constancia de más parientes. Otras informaciones de su ficha:
II Noviciado: Grugliasco, febrero de 1947. Visitas a su familia: diciembre / 1959 y 1966. Agosto/ 1973. Títulos docentes: E. Primaria: APTITUD PEDAGÓGICA, Cap. fed. 1956: TÍTULO ELEMENTAL DEL MAGISTERIO, PROV. Bs. Aires, 1929. E. Secundaria: TÍTULO SUPERIOR DEL MAGISTERIO, 1934.

Nuestra revista provincial le dedicó un recuerdo en su número de agosto 1998, págs. 20 – 22. En lugar de un artículo o más, en esta ocasión se optó por más testimonios más breves. En total son 12 firmas. Los trasladamos a continuación.
Hno. Roberto Vighetto. Ha tenido la delicadeza de no conformarse con esta participación. Además ha hecho llegar unas páginas, en las que se refiere a sus últimos tiempos en vida, en la Residencia Champagnat. Hélas aquí.
“El 8 de mayo será recordado por varias generaciones como el día en que la Virgen acogió en su seno a un hijo suyo muy querido: el estimado Hno. Félix Flórez. Toda nuestra provincia lo conoció como “el gran crucificado”, aquél sobre quien se posó la bondadosa y maternal mirada de Dios, pues Dios, además de ser PADRE bondadoso es también MADRE de infinita ternura…

Aunque lo había visto anteriormente, fue en las vacaciones de 1964 – 1965 cuando lo conocí. De nombre, Hno. Modesto. Estaba él en el colegio San Luis (La Plata). Pero, donde pude tener más trato fue cuando actuó como Administrador de la comunidad del C. N. S. de Luján y luego como miembro de la “comunidad cumbre” de la Residencia de la Villa San José.
En su primer año en ésta, llevaba aún una vida normal, tan sólo ayudado por un bastoncito, máxime cuando, apoyado en él, iba por castañas, allá en el bosque de la Escuelita. Luego, el mal que lo llevó a la tumba fue progresivamente minando sus miembros, haciendo muy penoso su traslado de un lugar a otro. Aún así escribía cartas a sus familiares usando una máquina de escribir. Cuando sus dedos se rehusaron a teclear, se hacía bajar en una silla de ruedas a la recepción, y allí me dictaba las respuestas a las cartas recibidas. Así durante años. Cuando ya no le fue posible dictarlas, las contestaciones estaban a cargo de la enfermera, Sra.
Inés, conocida por muchos Hermanos de la Provincia.

Mientras pudo valerse por sí mismo, se levantaba temprano y trabajosamente, para así poder estar en los rezos. Preguntado un día cuánto tiempo empleaba para levantarse, contestó: “Hermano, cerca de dos horas.” (Sin ducha.) Fue entonces cuando me ofrecí para levantarlo, y convertirme así en un samaritano más. Mientras lo higienizaba o acostaba, rezábamos unas Avemarías. A raíz de una caída —afortunadamente sin rotura de huesos— fui remplazado por enfermeras más hábiles en esta función. Con todo, no dejaba de visitarlo y de contarle cuentitos, chistes, tratando de darle a la voz una exagerada expresión, con tal de verlo reír. Su risa me atrapaba, y con tal de disfrutar de ella, yo me exponía a tener debilidades, como la de pasar por tonto o por un payaso.
Pasábamos ratos muy amenos y me iba de su cuarto contento por haberle hecho pasar unos minutos agradables. A veces era suficiente con que yo le dijera: “Félix, te habla un tonto, un payaso…” Y él repetía: “Sí, un payaso, un tonto”, con alegría y gozo…
De las virtudes que el querido Hermano practicó, quiero destacar la paciencia y la resignación cristiana, virtudes que iluminaron sus últimos años. Nunca le oí quejarse respecto a su enfermedad.

Ciertamente apreciaba el valor del sufrimiento, y, al “prenderse a él”, lo ennobleció. Con todo, sabía muy bien que el sufrimiento en sí es un MAL, y que, como tal, hay que combatirlo. Pero que, mientras lo sufrimos, hemos de aceptarlo por su alto contenido: “redime, salva y santifica”. Además hacía suya la siguiente expresión: “El ser que es torturado y que mira al Cielo, es la más viva imagen del Redentor”, y también ésta: “El sufrimiento es sagrado porque confiere a quien desgarra, el parecido más fiel y más intenso con el Hijo doloroso cuya cruz salvó al mundo.”
Hno. Félix, ya en la gloria donde tú reinas con Cristo, te pedimos ruegues por tus Hermanos en la tierra, fortaleza para saber sufrir. Además, envíanos muchas y buenas vocaciones maristas.

Con la vida del Hno. Félix, concluimos las de quienes han vivido y fallecido en nuestras tierras hasta el presente.

DESARROLLADO POR ENERGICA CREATIVOS