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HNO. CONSTANCIEN

Nombre Civil: Marius Pontet.

Fecha de Nacimiento: 09/04/1865.

Lugar de Nacimiento: Romans — Departamenpto de Drôme — Francia.

Fecha de Profesión: 20/05/1885.

Fecha de Defunsión: 02/12/1943.

Estable 1865 – 1943.
Nacimiento: Francia 09/04/1865.
Ex Alumno Marista (Bourg de Péage). Cuatro hermanos. Fueron maristas.
Marzo 1880 (?): Toma de Hábito.
1885: Profesión Perpetua. Diversos lugares y misiones.
1901: Visitador de la Provincia de Saint Paul.
1903: Delegado al Capítulo General.
1906/1912: Provincial de Saint Paul. Visitó dos veces el Distrito Argentino.
24/05/1914: Llega a Buenos Aires como Visitador del Distrito. Inicia las fundaciones de los CC. Champagnat (1915) y Manuel Belgrano(1916).
1920: Asiste al XII Capítulo General, que crea la Provincia Argentina. Regresa nombrado Superior Provincial.
1921: Por su iniciativa, se funda Editorial FTD (“Frère Téophane Durand”), luego H.M.E. y hoy GRAM Editora.
1923: Director del Juniorado, en Ramos Mejía.
21/06/1925: Provincial de Lacabane Anzuola.
Primer Provincial De La Provincia Marista Argentina.
Fallece en Saint Paul, mientras se lo operaba: +02/12/1943 — 79 Años.

Marius Pontet nació en Romans, ciudad industrial del Dpto. de Drôme, el 9 de abril de 1865. Fallecidos sus padres, una tía, religiosa y Superiora de una Comunidad de Santa Marta, hizo de tutora de los cuatro hermanitos, prontamente huérfanos. La buena religiosa, con la recomendación del Arcipreste de la iglesia de San Bernardo, consiguió que dos de ellos siguieran sus estudios en el externado anexo al colegio marista de Bourg de Péage. Este internado fue fundado por los Hermanos en 1868, y la ciudad está separada de Romans por el río Isère. Pronto los siguieron sus dos hermanos menores.
El Hno. Adón, director, a la vista de su seriedad y piedad, invitó a los dos mayores a ingresar en el Juniorado de S. Paul – primer Juniorado marista, fundado en esas vacaciones,1877. Posteriormente ingresaron los dos hermanos menores.
El primer Director fue el Hno. Cléomène, muy recordado en su Provincia por su capacidad para dirigir a los jovencitos. Conste que la gracia de Dios se posesionó de la familia Pontet. En efecto, los cuatro muchachos profesaron en la Congregación y perseveraron en ella. Además de nuestro biografiado, son los Hnos. Jean Damascène (el mayor, que inició el Noviciado dos años antes que él), Acylin y Acton. Citamos al cronista: “Nuestra memoria no nos es fiel por lo que respecta a la fecha en que vistió el santo Hábito. Nos parece que fue en marzo de 1880, es decir dos años más tarde que el Hno. Jean Damascène, su hermano mayor.” Ya hecha la primera profesión, fue enviado a Saint André de Majencoule, a cargo de cocina y manualidades. Era costumbre destinar unos meses en escuelas luego del Noviciado y antes del Escolasticado.

En 1885, en la clausura del retiro, profesión perpetua. Profesor en el internado de Luc-en-Provence. Luego fue el colegio San José, Marsella, que dirigía el Hno. Michaelis, Vicario General y Asistente en diversos años.
Terminado el retiro de 1891, se desempeñó como Director del colegio de Ganges (Dpto. del Hérault). En los años siguientes, misma función en Cazouls-les-Béziers, hasta agosto de 1894. En esas fechas, ante la carga de años del Hno. Cristophe, Provincial, se le adjunta un Hermano Vicario, el Hno. Michaelis, quien lo fue hasta su partida hacia Méjico en 1901. Eran muchísimos los colegios, con 21escuelas tan sólo en Marsella. Toma el cargo que deja. Lo remplaza como Vicario en ese mismo 1901. Fue uno de los delegados al Capítulo Gral. de 1903, que decidió resistir a las exigencias gubernativas provenientes de la masonería.
Y dice el cronista: “En esta triste situación su genial espíritu de iniciativa desempeñó un papel importante en la provincia tricastina en la tarea de salvar los últimos girones de las numerosas obras allí existentes, aunque, debido a la ola de persecución violenta que las arrasó, muy pocos colegios sobrevivieron.”

Colaborando el Hno. Honoratus, lo que del mobiliario de los colegios y particularmente de la casa provincial, no se pudo vender a las familias de los alumnos, se pudo hacer llegar al Juniorato de Burgos. Hubo en esto colaboración de la aduana española, no obstante una demora como para preocupar, en Irún. También se produjo envío a Ventimiglia y a Mondoví. Por enfermedad y achaques del Hno. Cristophe, Provincial, toma gran parte de su tarea, 1904 – 1905. Era delicada la visita a los Hermanos secularizados. Los espías gubernamentales eran un tema de cuidado y había peligro de sanciones muy graves. Ejerció un intenso apostolado. Alentó con su palabra y presencia a los Hermanos que, bajo ropa seglar, observaban una vida de auténticos maristas.
Por fallecimiento del titular, es elegido y asume como Superior Provincial de Saint Paul y del Distrito de Italia, con sede en Ventimiglia para ambos (1906 – 1912). Visitó dos veces nuestro distrito, acompañando en viaje a Hermanos y Juniores. La primera vez fue a fin de curso de 1906, pudiendo visitar a los Hermanos en sus comunidades antes del retiro anual. Trajo un grupo de Hermanos. De regreso, llevó para presentar a los Superiores el pedido de fundación del Cgio. San Vicente, La Plata, solicitada por Mons. Terrero, arzobispo, y Mons. Rasore. Renovó su visita en 1909, acompañado de buen número de Hermanos y de algunos juniores, que reforzaban el grupo traído por el H. Honoratus en 1908.

En los últimos años de su provincialato, inició el envío de Hermanos del Distrito al Segundo Noviciado, época en la que se autorizó hacernos cargo del Inst. Fahy, de Capilla del Señor, que tuvo efecto en 1909. Finalizado su período como Provincial de Saint Paul, estuvo dos años en Ventimiglia y en Francia. Desembarca en nuestro país el 24 de mayo de 1914. Venía nombrado Visitador, misión en la que remplazó al Hno. Honorato, Visitador interino. Bajo su impulso se fundaron los colegios Champagnat y Manuel Belgrano. Y en 1917, centenario de la fundación congregacional, los dos San José, Morón y Mendoza.
En 1918, los Hermanos asumieron la dirección del Cgio. San Luis de La Plata, que fue su última fundación.
Asistió al 12° Capítulo General (1920), que convirtió nuestro Distrito en Provincia, y lo nombró su primer Provincial por un período de tres años. Apenas llegado (1921), impulsó la fundación de nuestra casa editorial, que comenzó a funcionar en el C. La Inmaculada, con el nombre de Editorial FTD.
Al serle nombrado sucesor el Hno. Sixto (1923), sin solución de continuidad continuó su labor como Director del Juniorado, con sede en Ramos Mejía, volviendo a Luján Villa. El cronista atribuye a este directorado el lapso de casi tres años. Estando en esta tarea, fue nombrado Superior Provincial de la Provincia de Lacabane y Anzuola. Le costó dejar nuestras tierras y su Provincia.
Terminada su nueva misión como Provincial, continuó en diversos quehaceres. En prueba de su afecto con lo nuestro, y en particular con la Casa San José, “envió una reliquia preciosa que se guarda en la Capilla San José y que consiste en una parcela del mantel del Cenáculo debidamente autenticada.” (Hist. de la Pcia., pág.36.) Con el paso de los años, sus achaques y debilitamiento en su salud, solicitó la benevolencia de que le permitieran retornar a la casa de Saint Paul, donde había iniciado su vida religiosa. En ella, debió ser sometido de urgencia a una intervención quirúrgica. Antes, y como postreras palabras de una vida transcurrida en fidelidad, dijo : “ Cúmplase la voluntad de Dios.” Falleció en la mesa de operaciones, con 78 años y 8 meses, el 2 de diciembre de 1943.
La noticia nos llegó en mayo/1944, por la revista Stella Maris, de España, aunque parezca mentira.
Pueden valer dos observaciones históricas: la primera es que no fue de carácter fácil al ejercer autoridad, mostrándose en ocasiones “altanero”, según testigos confiables. Hombre que debió formalizar opciones a nivel de decisión y organización de muchos inicios y nuevos emprendimientos, brilló en este necesario ámbito. Con todo, y siguiendo un pensamiento muy francés, es posible que haya tenido “los defectos propios de sus virtudes…” Y la segunda es que nuestra Provincia obtuvo de su presencia y de su obra un potente impulso de prosperidad y fecundas realizaciones.

Notas Complementarias Extraídas del Original del Original de su Cronista.
“Todos cuantos conocieron al querido Hno. Constancien están contestes en afirmar que fue un hombre o mejor dicho un religioso verdaderamente superior: Emprendedor, activo, organizador y dotado de especiales cualidades de gobierno. Amó sinceramente a la Congregación y por ella trabajó toda la vida. Pero la Argentina ocupó siempre un lugar de predilección en su corazón.” Reitera las comprobaciones de este aserto: fundaciones, aporte de Hermanos y juniores, que encontramos en el texto anterior. Pero también hace notar, después de su primera visita de delegación: “…fue él quien, a su regreso a la Casa Generalicia, formuló ante los Superiores la suma necesidad de pensar en la construcción de una casa de formación, cuya autorización fue apoyada por el Rev. Hno. Michaelis, nuevo Asistente General recién electo en 1909.
Con esta primera visita (…) De vuelta a Europa, arbitró todos los medios para la fundación de un juniorato argentino. El primer plantel de juniores los tomó en nuestro Juniorato de Mondoví, a los cuales agregó algunos que se encontraban en el Juniorato de Vich, eligiéndolos entre los mejores. No sólo se contentó con juniores. En su primer viaje trajo Hermanos, algunos de votos temporales y otros ya profesos y con brillante actuación en nuestra Provincia madre, como el Hno. Honoratus y el Hno. Vincent Ferrier; Hermanos jóvenes, llenos de porvenir. Y varios juniores en su segunda visita.” Continúa pasando revista a las fundaciones debidas a su iniciativa, ya dichas en el texto. Y más adelante continúa diciendo: “Cuántas diligencias hizo, hasta ser criticado un poco su proceder por su solicitud en pedir aspirantes al Juniorado de Mondoví, para mandarlos en Argentina.”
“Si la Provincia Marista Argentina ha tomado el incremento que tiene, se debe en gran parte al Hermano Constancien. Fue él quien cultivó en tierra argentina este retoño del árbol marista. Y, gracias a los cuidados que prodigó a la tierna plantita, ésta arraigó bien y se convirtió en árbol frondoso y vigoroso. ¡Quién será capaz de contar los trabajos que se tomó para el acrecentamiento de esta porción de la Congregación?” Del cronista.

Fue director fundador de la revista EL LIRIO DE SAN JOSÉ. Se constituyó en una fuente importante de dinero para la construcción de la capilla en honor del santo patriarca, la misma que fue inaugurada en 1936 por Mons. Santiago Luis Copello, en la Villa San José. Con decir que en el primer año de su publicación alcanzó la cantidad de 1.000 (un mil) suscriptores. Costaba $ 6.- suscribirse. Entre él y el Hno. Marcial, cubrieron la dirección de la revista hasta el año 1924. En marzo de este año, el Hno. Pedro Gabriel sustituyó al H. Marcial.

“Todos cuantos le conocieron están contestes en afirmar que el Hno. Constancien fue un hombre verdaderamente superior: emprendedor, activo, organizador y dotado de especiales cualidades de gobierno.
Amó sinceramente a la Congregación y por ella trabajó toda la vida. Pero, la Argentina ocupó siempre un lugar de predilección en su corazón.
Desde la primera visita que hizo a esta tierra, descubrió en ella un vasto campo de apostolado para la Congregación. Y, de vuelta a Europa, arbitró todos los medios para la fundación de un juniorato argentino. El primer plantel de juniores lo trajo de los juniores de Mondoví y de Vich, eligiéndolos entre los mejores.
Y no se contentó con sólo juniores. También trajo Hermanos jóvenes, llenos de porvenir, y aun veteranos entre los cuales cabe mencionar al recordado Hno. Honorato, a quien confió la fundación del juniorato de Luján.
No satisfecho aún con todo eso, se vino él mismo para ponerse al frente del Distrito y darle así mayor impulso.
Las obras se fueron multiplicando. Pensó en tener un colegio de primer orden en la Capital Federal, y echó los cimientos del Colegio Champagnat, que fue seguido, poco tiempo después, del Manuel Belgrano. Ambos establecimientos gozan actualmente de merecida fama por la seriedad de sus estudios y el número de sus educandos. Casi al mismo tiempo fundó el San José de Mendoza. De él pudo decir Mons. Orzali que era la obra diocesana que mayor contento le proporcionaba.
También inició la Editorial H.M.E., cuyos textos escolares se han ido multiplicando paulatinamente hasta llegar a ser verdaderamente los mejores textos escolares argentinos.

¿Quién podrá hablar de su amor a las vocaciones y de su deseo de ver llenarse el juniorato de buenos aspirantes y multiplicarse las tomas de hábito? Una nueva vocación le colmaba de alegría; la salida de alguno era para él insoportable pena.
Si la Provincia ha tomado el incremento que tiene, se debe en gran parte al Hno. Constancien. Fue él quien cultivó en tierra Argentina este retoño del árbol marista. Y gracias a los cuidados que prodigó a la tierna plantita ésta arraigó bien y se convirtió en árbol frondoso y vigoroso. ¿Quién será capaz de contar los trabajos que se tomó para el acrecentamiento de esta porción de la Congregación?
Quiera ahora desde el cielo utilizar el valimiento de que goza cerca de Jesús, María y José —sus tres grandes devociones— y merecer para la Provincia y los que la dirigen las gracias necesarias para llenar debidamente la misión que la Providencia les tiene preparada.”

“Infancia. Marius Pontet (en religión Hno. Constancien) nació en Romans, ciudad industrial del Drome, el 9 de abril de 1865. La familia Pontet se distinguía por lo que adorna a todo hogar cristiano: un gran espíritu de fe y la práctica de las virtudes que hacen de la familia un santuario. A quienes son muy suyos sabe el Señor visitar con la prueba y la cruz. Así aconteció con la familia Pontet: en poco tiempo la muerte del padre y de la madre enlutó a los numerosos hijos. Una tía Superiora de una comunidad religiosa se hizo tutora de los cuatro varones huérfanos.
La Congregación de Hermanos Maristas desde el año 1868 había fundado un internado en Bourg – de – Péage, ciudad separada de Romans por el río Isère. La buena religiosa, empeñada en la educación de sus cuatro sobrinos, por una recomendación del Arcipreste de la iglesia San Barnard, pudo conseguir que dos de ellos cursaran sus estudios en el externado anexo al Colegio Marista.
Los dos hermanos favorecidos recordarían siempre con particularísima gratitud al Hno. Adón, director del internado, que tanto se interesó por ellos.
Llamó sobradamente la atención del H. Adón la aplicación, piedad y seriedad de los dos nuevos escolares. Como buen cazador de almas que era, les insinuó la idea de la vocación. Su inspiración fue bien correspondida, y no sólo por los dos primeros, sino por los otros dos menores, de modo que la Congregación Marista contó cuatro miembros de la cris-tianísima familia Pontet: los HH. Jean Damascène, Cons-tancien, Altón y otro de más edad que este último, falle-cido siendo joven profesor.

Ingreso Al Juniorato.
En las vacaciones del año 1877, el Hno. Director, testigo de las bellas disposiciones de los niños Pontet para la vida religiosa marista, llevó los dos primeros a nuestra Casa Provincial de Saint Paul – Trois – Châteaux, en donde se iniciaba ese mismo año el primer Juniorato marista, institución surgida luego en las demás provincias del Instituto.
La dirección del Juniorato fue confiada al recordado Hno. Cleomène, quien había de dejar tan gratos y santos recuerdos en sus queridos juniores.
Verdaderamente era un eximio modelador de Juniores.

Noviciado.
Nuestra memoria no nos es fiel por lo que respecta a la fecha en que el Hno. Cosntancien vistió el santo hábito. Nos parece fue en marzo de 1880, es decir dos años más tarde que el Hno. Jean Damascène, su hermano mayor.
Terminado el año de probación, fue enviado, según nos solía referir, a Saint André de Majencoule, como cocinero y encargado de las manualidades. Era costumbre general que terminado el período de Noviciado se pasaran unos meses en los colegios antes de ingresar al escolasticado.
En el año 1885 hizo la profesión perpetua al finalizar el retiro, y fue nombrado profesor en el internado de Luc en Provenza. Pasó sucesivamente del internado de Luc, al externado Saint Joseph, de Marsella, que había fundado el Hno. Libère, Hermano que pasó luego a la provincia de Lacabane. En esta fecha dirigía el colegio el Rdmo. Hno. Michaelis, nuestro actual Vicario General.
En 1891 fue nombrado Director del colegio de Ganges (Hérault), de mediana importancia, y poco después, director de Cazouls – les – Béziers, hasta agosto de 1894.
En ese mismo año se proveyó a la provincia de un Visitador que hiciera las veces de auxiliar del Rdo. Hno. Cristophe, Provincial.
Para ese cargo fue nombrado el Rdmo. Hno. Michaelis, desempeñándolo hasta su salida para Méjico en 1901.

Lo remplazó en el cargo de director del colegio San José el H. Constancien hasta 1901, en que suplió el mismo Rvdmo. Hno. Vicario General en su cargo de Visitador.
1903. Asistió al Capítulo General que tuvo lugar en la Casa Generalicia de Saint Genis Laval en mayo de 1903, en que se afirmó la decisión de los Superiores de resistir a las exigencias gubernativas inspiradas por la masonería.
En esa triste situación su genial espíritu de iniciativa desempeñó un papel importante en la provincia tricastina en la tarea de salvar los últimos girones de las numerosas obras allí existentes, aunque, debido a la ola de persecución violenta que las arrasó, muy pocos colegios sobrevivieron.
De acuerdo con los Superiores de la provincia y en colaboración con el buen Hno. Honoratus proyectó retirar de la mano del fisco el mobiliario y ajuar que había en algunos colegios y, sobre todo, en la Casa Provincial. Mediante la benevolencia de las autoridades aduaneras españolas y una visita personal al Gobierno español consiguió pasar muchas cosas al juniorato de Burgos. Otro tanto se hizo para la casa Santo Stéfano, de Ventimiglia, como también a la de Mondoví en Italia.
En los años 1904 y 1905 suplió en parte al Hno. Cristophe quien aún seguía con el cargo de Provincial, pero ya muy anciano y en parte imposibilitado por sus achaques para visitar a los Hermanos secularizados, pues era preciso hacerlo con mucha cautela para no ser sorprendido por los espías del gobierno.

En el desempeño de esta misión que pedía una táctica especial, muchos ignorarán por cierto el intenso apostolado que ejerció y las palabras de aliento que llevó a los buenos Hermanos que bajo hábito seglar observaban una vida de verdaderos maristas.
La muerte del Hno. Cristophe en 1906, dio lugar a que los Superiores lo eligieran para hacerse cargo de la provincia de Saint Paul y del distrito de Italia, con sede en Ventimiglia para ambos. Su período de Provincial fue desde al año 1906 hasta mayo de 1912.
En el decurso de esos seis años visitó nuestro distrito argentino dos veces. La primera a fin del curso del año 1906, trayendo un primer grupo de Hermanos y pudiendo realizar una breve visita a los colegios antes del retiro anual. Al regresar elevó a los Superiores el asunto de la fundación de la Escuela San Vicente, solicitada por Mons. Terrero y Mons. Federico Rasore.
Renovó su visita en 1909 acompañado de un buen número de Hermanos y de algunos juniores que venían a reforzar el grupo que el año anterior había traído el Hno. Honoratus. En los últimos años de su provincialato inició el llamado de los primeros Hermanos al segundo noviciado. En esa misma época se autorizó la fundación del Instituto Fahy de Capilla del Señor.
Su permanencia en la República Argentina. Terminado su período de provincial, permaneció aún dos años en Ventimiglia y Francia, ocupándose con el nuevo provincial, Hno. Marie Charles, de la penosa situación de los Hermanos secularizados, sin perder de vista el nuevo distrito argentino que ya le debía tanto.
En mayo de 1914 los Superiores le enviaron como encargado de nuestras obras y de las nuevas fundaciones que podrían presentarse. Llegó acompañado de unos cuantos Hermanos, postulantes y juniores, y de inmediato sucedió al Hno. Honoratus, que desempeñaba la función de Visitador interino.
Continuó la obra de sus predecesores, dando un nuevo impulso a la organización y buena marcha de ella. Su primer propósito fue la fundación de un Colegio en Buenos Aires para las mejores familias y en septiembre de ese mismo año se inició la obra del Colegio Champagnat. En 1915 se fundó el Colegio Manuel Belgrano. En 1917 los colegios San José, de Mendoza, y San José de Morón.

En el año 1918, los HH. tomaron la dirección del Colegio San Luis, en La Plata, última fundación llevada a cabo por el H. Visitador. En 1920 tomó parte en el XII Capítulo General, en el que nuestro distrito fue erigido en provincia, siendo él su primer provincial por un período de tres años. Le sucedió en el cargo el Rdo. Hno. Sixto. Como humilde soldado trabajó aún otros tres años casi completos en la dirección del Juniorato en Ramos Mejía y en la Villa San José. Habiéndole confiado los Superiores el cargo de Provincial de Anzuola y Lacabane, el H. Constancien dejó, con pesar muy grande, esta su querida provincia y se trasladó a Europa.
Aquí termina nuestro relato sobre la actuación que tuvo nuestro buen Hno. Constancien en las provincias de Saint Paul – Trois – Châteaux y de la Argentina hasta el año 1926 en que se ausentó definitivamente de esta última.”

Cita del boletín español marista “Stella Maris”, nº 258: “El Hno. Constancien estuvo en diversas ocasiones en la Provincia de España y tiene aquí muchos conocidos. Fue Provincial de Saint Paul, de la Argentina y de Anzuola. Al abandonarle las fuerzas físicas pidió se le permitiese volver a Saint Paul, cuna de su vida religiosaa. Allí ha terminado su laboriosa vida cuando se verificaba en él una operación de urgencia. Fueron sus últimas palabras: “À la volonté de Dieu”, (“Cúmplase la voluntad de Dios”), y no dudamos que ésta habrá sido el cumplimiento de aquellas palabras: “Ven, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.”

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