Nombre Civil: Juan Benotti.
Fecha de Nacimiento: 08/05/1923.
Lugar de Nacimiento: San Damiano — Provincia de Asti — Italia.
Fecha de Profesión: 23/09/1945.
Fecha de Defunsión: 25/11/1991.
Profeso Perpetuo 1923 – 1991.
Nacimiento: Italia 08.05.1923.
24.09.1934: Junior en Gassino.
28.02.1935: Junior en Grugliasco.
14.02.1939: Postulante en San Mauro.
15.08.1939: Toma de Hábito.
15.08.1940: 1ª profesión.
23.09.1945: Profesión perpetua.
30.09.1946: En Luján. Escolástico.
Febrero 1947: Inicia su vida apostólica.
Actuac.: ……………………………..55½ a.
Estudiante …………………3½ a.
Celador ……………………..1 a.
Maestro ……………………. 7 a.
ç Profesor ………………………28 a.
Prof. y estudiante ……….. 1 a.
Atención salud y ayuda
a GRAM Editora………….. 6 a.
Fallece en La Plata.
+ 25.11.1991 68 a. 52 de Vida Marista.
BENOTTI, Juan, es originario del pueblo de San Damiano, provincia de Asti. Su padre, José, era agricultor, y falleció en 1937. Su madre, Marcela Rabezzana, estaba en vida en los días de la ficha provincial. En ella figura como domicilio de los padres la ciudad de Asti, calle Borgo Santo Spirito, nº 17.
Su hermano Antonio, Corso Don Minzoni, nº 127, misma ciudad. Su prima María Marinetti, en la ciudad de Turín, sin referencia domiciliaria. Otros extremos según ficha:
Segundo Noviciado en Saint Paul, febrero de 1959. Visitas a su familia: diciembre de 1966.
Títulos habilitantes: Enseñanza Primaria: APTITUD PEDAGÓGICA, capital, 1956 y 1957; TÍTULO ELEMENTAL DEL MAGISTERIO: pvcia. de Bs. Aires, 1948, Córdoba, 1948. Enseñanza Secundaria: TÍTULO SUPERIOR DEL MAGISTERIO, 1950; PROFESOR EN INGLÉS Y LATÍN (Consudec), 1956.
Advertencia al lector. Contamos con mucho material para componer la vida de nuestro Hermano. La revista que tanto usamos en esta carpeta 9, nos ofrece casi 16 páginas. En consecuencia, publicaremos partes, resumiremos otras y, quienes estén más interesados, quieran consultar el nº 3, octubre de 1922, de la revista “Maristas del Río de la Plata”, desde página 15 a 30.
De la Breve reseña biográfica (Hno. Teófilo Senosiain), extraemos: “ … pasó el segundo trimestre de 1959 en Dumfries, Escocia, para perfeccionarse en inglés. Esta puesta al día del idioma lo preparó para escribir una serie de tres libros para el aprendizaje del inglés en la escuela secundaria. Esta actividad lo transformó no sólo en un experto en esta enseñanza, sino también en un admirador de aquel país y en un auténtico anglófilo.
En cuanto colegio marista actuó, dejó una estela inolvidable de profesor erudito y gran amigo de los jóvenes.
Desde 1968, ejerció su docencia en el Agrotécnico como eximio profesor de Geografía e Inglés, extendiendo su actividad docente, esta vez del idioma italiano, también a la Escuela Nº 1 de Bordenave.
El Agrotécnico, que recién nacía como institución educativa agropecuaria en nuestro medio, lo tuvo como a uno de sus principales gestores en la parte práctica e industrial. Fue un incansable trabajador, convencedor pedigüeño para lograr los fondos que el Agro necesitaba para completar la construcción de sus instalaciones, remodelar la quinta y gallinero, atender la cría de conejos plateados gigantes de Flandes y overos, locuras de los pibes y pibas de Darregueira que se enloquecían por verlos y llevarse aquellos hermosos y peludos conejos del Hno. Blas.
Fue el incansable caminante y corredor de nuestro pueblo y visitador asiduo de innumerables familias a las que vendía de todo: rifas para el sorteo diario, boletas del PRODE, quesitos agrotécnicos, verduras de la quinta, golosinas, y otros comestibles. Organizó la venta del PRODE en Darregueira, cuyo apelativo es Darregueira, capital nacional del truco.
El H. Blas era todo simpatía, bonhomía, interesantísimo y agradable en la conversación, ameno, divertido, profundo, apostólico, caritativo y siempre que pudo hacer un bien, lo hizo.
¿Quién no conocía al Hermano de la bicicleta, de la carretilla llena de hinojo para sus conejos y del acoplado Fama tirado por un caballo de la quinta o prestado, cargado de chicos y ofreciendo risueñamente los exquisitos alfajores Savoyardo de Bahía?
¿Quién no conocía en Darregueira al H. Blas?
Austero para con su persona, desplegó todas sus fuerzas, energías y salud para su querido Agrotécnico, al cual amaba y veía en prospectiva como un colegio cristiano, católico, mariano, laboral y educativo de primera línea e importancia para bien y provecho de la juventud agropecuaria local y zonal.
El mismo Hno. G. Tosti, cita de cartas a sus familiares.
Sólo este texto:
“Vuelve a escribir a su prima Maruccia. Lo hace el 11 de febrero de 1990, fiesta de N. S. de Lourdes.Se expresa así sobre el binomio voluntad de Dios y milagro: “ Al santuario de Lourdes va mucha gente. Casi todos para pedir alguna curación. La intención es buena, pero a mí me gusta más lo que me dices en tu carta, es decir, en lugar de pedir la curación, es mejor pedir la fuerza para pedir con fe y esperanza, la fuerza para cumplir lo mejor posible aquello que Dios ha proyectado para cada uno de nosotros. Somos seres predestinados a la vida eterna. Toda nuestra vida terrenal forma parte de un plan divino. Los años que pasamos en este mundo es tan sólo la primera etapa de una existencia destinada a prolongarse eternamente en el reino de los cielos, como Jesús lo ha dicho en tantas oportunidades.”
El testimoniante hace notar que la manera natural y la convicción de sus comunicaciones, el ropaje de auténtica caridad, la simplicidad en el trato y un desprendimiento efectivo y heroico, debieron calar muy hondo en los habitantes de Darregueira.
POBREZA PERSONALIZADA.
Escribe el Hno. Emilio Rubiolo. Extraemos sintéticamente.
# Infinidad de testimonios.
# Ropa común, bastante usada, a veces rota.
# En la quesería, trabajando, se saca la camisa. A la vista, su camiseta agujereada. Un alumno le pregunta por qué no la tiraba. “Me la puse porque todavía puede tirar un poco.”
# Una torta que recibió para su cumpleaños, no la probó. Organizó una rifa.
# Un recuerdo mío: se decía que un primer premio era una torta. El segundo, una porción que el primero obsequiaba al segundo. (Si non e vero e ben trovatto… # Otro mío, oído al H. Orencio Medina: nombrado a Darregueira, en uno de los primeros días, a la hora de la merienda se aprovisiona en la mesa con una botella menor de Coca Cola. Llega Blas. Retirándola, le explica: “¿Vd. sabe lo que cuesta?”
# Desaliño y pobreza en su vestir, le valieron ser llamado “Gitano.” Un señor lo confunde con un pordiosero y le compra un queso. Se enteró luego de quién era. Gran sorpresa.
# A una empleada trabajando en un oscuro amanecer: “¿No te alcanza con la luz que se filtra de la calle?”
# Recuerdo mío: a una señora de edad le cobraba cada mes su pensión en el banco. Según sus indicaciones, le administraba los depósitos. ¡Confianza total!
# Sus ayudas a todos, un capitulazo. Conseguir casa para una familia, trabajo a personas que vivían de changas…”Le dio lecciones de inglés a mi hija y jamás quiso cobrar nada.”
# “Esta brocha (o sea, lo que quedaba), hace casi 20 años que la uso. No pediré otra hasta que se cumplan.”
# A la persona que le obsequió una linda chomba: “Apenas se me vaya el miedo de usarla me la pondré, a menos que Vd. me dé el permiso para que la pueda usar otro Hermano Marista que sea más “perchero que yo.”
# Su aprovechamiento de los papelitos (mensajes). Sus cartas en mano por medio de viajeros, con el ahorro de estampillas.
# Mío: Muy temprano debía viajar yo desde el Agrotécnico. Blas, preparando el quiosco para las ventas del día. Me indica que puedo acudir a la cocina. No encuentro nada masticable y se lo digo. Ordenando sus alfajores, acota: “¡Qué macana!”, sin aflojar ni uno.
# Uso personal, ni casetera, ni radio, ni transistor. Verdadero monje, desprendido de las cosas materiales. Su ropa personal se reducía a lo mínimo.
# Unía su desasimiento de las cosas a expresiones de caridad y amor a Dios. Siempre se presentaba de buen humor, con palabras de amistad y con perspicacia trataba de acercar a sus oyentes a Cristo. Unió insensiblemente la pobreza a la caridad. Los habitantes de Darregueira están de acuerdo en hablar de su bondad caritativa, su buen humor, de calidez en el trabajo y de sencilla simpatía. Todo el mundo estaba a gusto en su presencia. No tuvo enemigos. Jamás se lo vio enojado o irritado.
Sigue testimonio oral del H. T. Senosiain.
Versa sobre rifas y otros beneficios de Blas. Me hace pensar en el verso de Machado: “Golpe a golpe, verso a verso.” Nuestro Hermano, pesito a pesito, moneda a moneda, daba golpe. ▒Cada viernes, hacia las 16.30, los internos salían hacia sus hogares. Él con su mesa de ventas: miel, chorizos, algún otro chacinado… Había compradores. Todas las semanas. En un día de recuerdo patrio –lo vi-, una señora se arrima al “quiosco”, emplazado en el hall. Viene con su hijo, como de 2º año, con vistas de llevarlo a casa. Pregunta al Hermano qué tal anda su progenie. Inicia su respuesta enfilando hacia algún problema habido. El presunto acusado, le dice: “¡Callate, Blas!” ▒ Me dijo: “Qué lindo Darregueira si no fuera por la clase.” No se debía sentir cómodo como docente. ▒ Rifas de todo calibre y premios. Incluso hasta poder ofrecer una más módica cuando la principal era un tanto subida de precio para algunas personas.
Todo evento celebratorio del pueblo contaba con un quiosco, sumamente esquemático: alguna mesa y varias cajas, en el que vendía productos de quiosco, con la colaboración de alumnos del colegio. Personalmente lo he visto haciéndolo en una feria ganadera en un rincón periférico de la ciudad. ¡Qué bien se entendía con sus gurises agrotécnicos! . ▒ Con un guarda del ferrocarril, introdujo el PRODE en la ciudad. Le entregaba las boletas y los dineros de los apostadores, y él le hacía la diligencia en agencia de la capital. Intermediario, algo cosechaba. Sensacionales campeonatos de truco, chinchón…
Llevó a cabo unos carnavales inolvidables, desfiles de modelo y realizó torneos famosos de truco que le valieron a la ciudad el apelativo de Darregueira, capital nacional del truco. Atención y venta de entradas en bailes a beneficio del colegio. Calculaba los fondos de que podían disponer los pupilos, y a ese nivel era la rifita. Por error entregó un queso de premio a un comprador de la ciudad. Se lo entregó luego al verdadero acertador. Explicó al otro señor lo sucedido, quien le abonó el queso erróneo. ¡Increíble Blas!
Sobre fotos, pinta, una corbata y oración. La foto del copete cronológico es la del Blas de colegios de grandes ciudades. El San Luis –donde nos enfrentábamos al ping-pong los domingos de tarde, bastante empatados-, el Belgrano, Morón. Un Blas pintón (confrontar). Ésta, la del Blas rural… ¡y bastante elegante con su saco, sin el atuendo del ciclista perpetuo que era! Un recuerdo: íbamos juntos por la diagonal hacia la iglesia parroquial, donde acompañaríamos al H. Rubén Seipel en su profesión perpetua. Se nos cruzó un señor en vehículo, en dirección contraria. Nos miraba transitando, y saludo para él. Me preguntó: “¿Sabe por qué nos mira?” – Soler, ni mu. – “Me mira porque me ve con corbata.”
La presencia suya en la oración comunitaria era un hecho bastante aislado y poco frecuente. Asiduidad muy irregular. ¿Recuerda lo que le dije sobre renunciar a estereotipos? Es muy raro que tal ausentismo se dé con perseverancia en la vocación. Inclusive, siendo Provincial, traté de apoyarlo en su espiritualidad haciéndolo participar en el Curso de Espiritualidad del Escorial. Minga. El Hno. Rogel , cohermano suyo de comunidad en el San José Obrero, nos ha dejado esta reflexión imbatible: “El H. Blas nos parece que no reza, pero esto es falso. Tendrá su modo de oración propio que, tal vez , no conocemos. Pero es imposible llevar la vida de austeridad, trabajo y sacrificio que él lleva, sin oración. Seguro que reza.” ¡Qué bien! Gracias, Hno. Rogel.
Al Hno. Marcos Muzi le escuché este anti estereotipo. Quienes pudimos, tuvimos oportunidad de observar la pieza de Blas. Cosa curiosa: la cama, apoyada de lado a la pared, las cobijas estaban firmemente apretadas bajo el colchón… del lado contrario. O sea que, al acostarse – y lo dijo Marcos- se introducía en el lecho del lado de la pared. El narrador hacía el gesto con su mano derecha alejada del cuerpo y curvándola hacia abajo y hacia sí mismo, en gesto como entrando entre la ropa de la cama. Otro detalle: periódicamente, Cristóbal Arévalo le cambiaba las sábanas. Se lo oí al amigo Arévalo. También recordamos qué parrafadas dedicaba a aniversarios del C.S.José O. el tiempo que se hizo cargo del calendario religioso de nuestras comunidades. Una fidelidad de fierro.
EL HNO. BLAS: CULTO, DELICADO Y APÓSTOL
Volvemos al Hno. Germán Tosti.
SE DESPIDE DE DARREGUEIRA Y BORDENAVE.
Carta al Sr. Campanella, 20.03.1986
“… Salí de Darregueira del 4 de marzo de 1985 a eso de las 5 de la mañana con Roberto Waimann. Fuimos a cargar los animales al corral de Torres. Yo llevaba mis pilchas en dos pequeños bolsos de modo que no molestaban para nada en el camión. Esa es la suerte de tener pocas cosas para la vida. ‘Cuántas cosas hay que yo no necesito’, decía aquel viejo misionero al volver a su ciudad y contemplar las vidrieras.
Roberto me dejó en Liniers adonde llegamos a las 7 de la tarde, y ahí me di cuenta plenamente que me despedía de Darregueira. Tomé un micro y llegué a destino a las 20.”
Carta a la Sra. Gabriela Hasrún. Se emociona hasta las lágrimas a la vista deBordenave, pueblito donde se había desempeñado como profesor en el colegio Nº 1, dirigido por las Hermanas.
Eran casi las 6 y empezaba a clarear el día. Unas tras otras dejamos atrás las casas del pueblo y el paso a nivel y los galpones de la Junta Nacional de Granos y luego el gran tanque de agua corriente junto con la fábrica JUBER y la estación de servicio, luego unas quintas, luego unos árboles y campo del INTA, más árboles y campos hasta llegar a la curva de las emociones tantas veces deseada, esa curva de la ruta donde el corazón con más claridad que cualquier cartel nos dice “¡AQUÍ BORDENAVE!” Bueno, ya se me están humedeciendo los ojos. Sí, habíamos llegado al lugar más simpático del mundo.
Yo miraba y miraba y pensaba, pero el rodar inexorable del camión me iba arrancando de ese placer lleno de tristeza de ver, quizás por última vez, Bordenave. En ese momento podía haber hecho mías las palabras del poeta italiano: “Sei felice, eppur ti piange il cuore.” Eres feliz de ver Bordenave y sin embargo te llora el corazón.
El H. Blas no pasa por Bordenave sino que de lejos ve la escuela secundaria, el jardín de infantes, algunos comercios con personajes conocidos adentro y concluye:
“Bueno, pronto el camión se alejó de allí y tuve que decirle adiós a tantas cosas.”
HABLA DE SU ENFERMEDAD
A partir de marzo /1985, y estando enfermo en Bs. Aires y en La Plata, sigue comunicándose con los amigos de Darregueira.
Los médicos descubren el mal.
Tuvo conciencia plena de su mal en el mes de julio de 1985, cuando los médicos de La Plata se lo descubrieron. Frente a esta dura realidad, escribe a un amigo: “El médico me dijo que el mal es incurable pero se lo puede tener a raya con los tratamientos que le estoy haciendo. Yo no me asusto y me quedo ‘en el molde’, sin preocuparme inútilmente. Lo importante es aprovechar el tiempo de vida que me queda para realizar lo más posible de trabajo y poder presentar a Dios el día que me llame, el Libro de mi vida bien grueso y escrito con buena letra, de acuerdo con las enseñanzas del divino Maestro, Jesucristo. Habrás oído decir más de una vez que no somos nada, que el hombre vive de prestado, y tiene los días contados. Ahora me parece que entiendo estas cosas mejor que nunca y esto me lleva a aferrarme más que nunca a la fe en Dios.” Y continúa el escrito del H. Germán Tosti.
Y más adelante: “Estoy siempre con el mismo tumor, ese tumor que se ha vuelto mi compañero inseparable, aunque yo no lo trate como amigo, ya que todos los meses hago una cura de cinco días para deshacerme de él. En noviembre del año pasado me dieron radiaciones de rayos láser; me hicieron bien, pero a los seis meses ya no se sentían los efectos.Ahora el doctor está a la espectativa de algún invento de último momento. Siete meses después de la extirpación del bazo:
“Todos los inconvenientes de esta vida resultan ser superficiales cuando uno se pone a analizar el sentido profundo de cada paso que damos en nuestra existencia y, sobre todo, cuando uno se acuerda de todo lo que dijo Jesucristo respecto al Reino de los Cielos, un lugar que da sentido a esta vida y un lugar para el cual tenemos que estar siempre preparados de acuerdo con el consejo que nos ha dado el mismo Jesucristo.
Dolores insoportables. Califica a sus dolores de pequeña adversidad en su carta del 22 de julio de 1990: “A pesar de todo, gracias a Dios y a las oraciones de los amigos,voy tirando y puedo hacer algunos trabajitos de escrito rio, pero me doy cuenta de que el sistema digestivo, los pulmones, los riñones, las piernas, todo se resiente muchísimo a raíz de tantas quimioterapias.
Continuamos con artículo del Hno. G. Tosti.
Contrataque del mal. Al día siguiente, 23 sábado, todo había cambiado. Tan cierto que el Hno. Nery escribió:Llegué a pensar que la noche del viernes al sábado, la Virgen vendría a llevárselo consigo.” Esa misma noche rezabas así a la Milagrosa: “María de la Medalla Milagrosa, dame la curación.” Y después de una pausa dijiste:” Sí, pero la Virgen pide condiciones.”
El día 24 por la mañana pediste ser trasladado a Luján. Silabeando dijiste: “Hoy, Manuel puede, mañana no, trabaja. Hoy yo puedo, mañana no estoy.” El Hno. Nery salió para buscar al médico. Ingresó, entonces a tu cuarto una enfermera y le dijiste: “¡Renuncio al suero! ¡No al alimento artificial!” Pero te convenció y volviste a tomar el alimento.
El Dr. Ponzinibbio llegó al hospital y conversó contigo. “El lunes está prevista una prueba de sangre para verificar el efecto del tratamiento”. Entonces pediste papel y birome y dictaste: “No decir nada a Manuel.”
A la Casa del Padre. “Te controlaba la respiración.Contaba los segundos de las interrupciones y me sentía feliz cuando volvías a retomar el ritmo. El pulso me costaba algún tiempo encontrártelo. Casi hasta el final mantuviste un ritmo cardíaco alto: 90 pulsaciones por minuto. Te tocaba la frente y la sentía caliente. No así las manos que estaban frías. Por otra parte, el filo de tu nariz era blanco. A veces estirabas las piernas. Yo temía ausentarme e incluso ir al baño por temor a que murieras en mi ausencia. ¡Tan feliz te sentías en compañía de tus Hermanos que no me atrevía a ausentarme!
A las seis en punto de la ma-ñana dejaste de respirar sin dar ninguna señal. Te tomé el tiempo del intervalo en la respiración y como no volvías, te llamé, te sacudí los hombros. Ya te habías ido con Dios.”
Continúa Germán con todos los detalles que siguieron al fallecimiento.”Y el rosario al cuello, claro.” Más abajo, continúa diciendo: “Una buena muerte es una indulgencia que Dios otorga al moribundo y él se la aplica. Dios te la otorgó y tú la aceptaste. Prueba de ello es la profesión de fe que nos has dejado. Nombraste al Hno. Agustín Martínez como albacea de tus últimos deseos y por su medio los hiciste partícipes a tus familiares y a tus Hermanos. (…) lo debiste escribir pocos días antes de tu partida y con un conocimiento perfecto y con algún desánimo. Tu caligrafía lo muestra: inseguridad en el trazo, caída final de los renglones, tachaduras, la post data. Es hermoso. Lo trascribimos. Para tu hermana Teresa, tu prima María y tu amiga Adelina tienes el mismo texto. Éste (que Germán titula su TESTAMENTO ESPIRITUAL):
Con estas pocas palabras deseo cumplir el deber de participar la noticia de mi religiosa y santa muerte de su Hermano, Marista, Blas Juan Benotti, nacido el 8 de mayo de 1923.
El cáncer al sistema linfático que se me manifestara hace siete años, se me volvió tiránico en los dos últimos meses y todos los esfuerzos de los médicos fueron inútiles.
He creído en Dios Padre Todopoderoso, he creído en el Espíritu Santo y en la vida eterna.
Ahora mi cuerpo reposa en el cementerio de la ciudad de Luján esperando la resurrección de los muertos, a unos 300 metros del santuario de Ntra. Sra. de Luján, a quien tanto he amado. (Hno. Blas Juan Benotti)
Sus cartas fueron llevadas a sus parientes por el H. Alfredo Orengo, quien viajó a Italia el 16 de diciembre. Blas se despidió del equipo de médicos, de la Hna. Ernesta, del grupo de las enfermeras y del personal de cocina y limpieza del hospital quienes tanto estimaron el haberte atendido y ¡con tanto cariño! Lo hiciste con estas palabras:
Muchas gracias al Dr. Ponzinibbio por todo lo que hizo por mí en estos siete años, desde el mes de agosto de 1984.Muchas gracias al Dr. Grau, al Dr. Molina Ferrer, al San Blas y un obispo.
Dr. Musante y otros Doctores que, en algún momento, me atendieron.