Nombre Civil: John Norman Berwick.
Fecha de Nacimiento: 24/02/1939.
Lugar de Nacimiento: Capital Federal — Provincia de Buenos Aires — Argentina.
Fecha de Profesión: 08/12/1962.
Fecha de Defunsión: 17/05/1989.
John Norman Berwick
Estable 1939 – 1989.
Nacimiento: 24.02.1939 — Capital Federal — Provincia de Buenos Aires — Argentina.
22.03.1962: Postulante en Alta Gracia.
08.12.1962: Toma de Hábito.
08.12.1963: Votos Temporales.
19.01.1969: Profesión Perpetua.
1964/1965: Escolasticado. Maestro Normal Nacional.
1966/1969: Colegio Luján. Profesor de Inglés.
1970/1980: Pergamino.
1981: 2do. Noviciado en St.Quentin F.
1982/1983: Juniorado.
1984: Colegio Manuel Belgrano.
1985: Luján, Postulantado II.
1986: Postulantado.
1987: Villa San José.
Fallecimiento: +17.05.1989 — Buenos Aires — 50 Años y 27 Años de Vida Religiosa.
John fue nacido de padre inglés —Alan John— y madre irlandesa, Ana Eloísa Browne. Míster Berwick había pertenecido a las fuerzas armadas inglesas. En Argentina era importador de té de la India. Lady Browne era ferviente católica. John contaba que para el tiempo de Pascua, mamá Ana organizaba a la familia. Todos en taxi, a la iglesia de la Santa Cruz, de los Pasionistas irlandeses. Confesión, comunión. Después, a una confitería, y chocolate con churros para todos. La familia vivió en la zona Belgrano, trasladándose luego a Vicente López, calle Aristóbulo del Valle, 1448. Consta de sus dos hermanos, con los domicilios que se indican: Roberto Miguel, Cazón 145, Boulogne, tel. 766 – 0150, y Dorys B. de Mayne, Establecimiento “Puerto Naranjito”, localidad Jardín de América, Provincia de Misiones. C.P. 3328. Tel.: 0752 – 96276. Radio: L.U.3.I.Q. En más de una ocasión, Dorys le hizo llegar bolsas de mate listo para consumir. En el Juniorado, preparaban mate cocido. Respecto de su familia, tan amante del té, ¡y el papá, importador!, John contaba que él era la oveja negra. Se juntaban fielmente a las cinco de la tarde para consumirlo, muy a la inglesa. En sus días, con anglo invitados. A nuestro brother le servían… café con leche. No tomaba té.
Alumnos de mala entraña manifestaron su frialdad y contradicción para con él en las fechas de la invasión argentina a las islas Malvinas.
Dos Recuerdos De John Catequista.
# Con tenacidad europea, todos los días que tenía catequesis, daba a los alumnos un pensamiento bíblico. Debían hacer un breve comentario. Le sugerí que podía ser un poco menos que cada vez. John, impertérrito, fiel a su sistema.
# El actual Decano de la Facultad de Derecho Canónico, Universidad Católica, Pbro. Doctor Ariel Busso, me comentó personalmente cómo había estado bien hecha la formación a la pureza, impartida por Br. John. Valor que había percibido claramente al estar a cargo de la atención espiritual de los jóvenes que hacían los dos primeros años de facultad contable en Pergamino, antes de continuar la carrera en Buenos Aires (U.C.A.) Sacerdote que, en su momento, dirigió un breve retiro espiritual a nuestros Hermanos jóvenes en Villa Marista, Mar del Plata.
Antes de su ingreso a nuestro Noviciado, a sus 23 años, había estado un período en el Seminario de Buenos Aires. No estoy en condiciones de expresar qué pasos de discernimiento fueron dados antes de su paso al Postulantado en Alta Gracia.
Bastante niño de alma, la ansiedad le jugaba sus cartas. Siendo Provincial quien firma, al hacer la visita a la casa de formación en Villa San José, sus preguntas iban a dos puntas. A mí me preguntaba si le habían dicho algo de él sus Superiores y/o encargados de las secciones. Después de la entrevista, a ellos les preguntaba si el Provincial les había dicho a ellos algo que él debiera saber. Inclusive, tuvo su período de alcoholismo menor. En Pergamino, visitaba alguna botellita, por la mañana. En este sentido, le hizo mucho bien su estadía en El Escorial, período de espiritualidad. En una convivencia con alumnos de su 3er. año, también en Pergamino, en una reunión de puesta en común, alumnos se sonreían admirados al ver el movimiento de balanceo del Hermano —de atrás hacia delante y viceversa—, de pie contra la mesa detrás de la cual les hablaba. Pura ansiedad. Sufría John.
De mis recuerdos en torno a él, lo que más se me hace presente es la simpatía que despertaba entre los Hermanos. De Pergamino, ¡tantos recuerdos con Ángel Lazo, Ricardo Palomar, Alberto Nughedu, con el Padre Osvaldo Castro! A él, capellán, de dichos y cuentos gauchescos y campestres, cuando narraba alguno de final o expresiones un tanto subidamente populares, no dejaba de acotarle suavemente: “Cura, no seas vulgar”. Si se había de celebrar la Eucaristía en el colegio, por alguna fecha o motivo particular, el consejo no se hacía esperar:” Cura, una Misa dinámica.” El Sr. Capellán del San José no dejaba de recordar con afecto éstos y algunos otros pasos protagonizados por nuestro Hermano.
Era de estilo serio. Así tomaba, por ejemplo, su estudio religioso y las materias de tal índole que estaban a mi cargo, y hablo del Escolasticado. No eran de rara periodicidad sus preguntas. Las conversábamos. De mayoría las que lo aproximaban a los cambios provenientes del Concilio Vaticano II, tema que era muy de su interés.
Posteriormente, siendo ambos ya Hermanos de actividad apostólica en colegios, me admiraba su conocimiento de literatura Argentina moderna. Conocía el tema con amplitud, y sus detentores mayores al día. Pero, daba tan poco por su propio valor, que fue casi como de casualidad que advertí ese campo suyo de dominio. Recuerdo que, en Pergamino, siguió el profesorado de Literatura. No sé hasta qué altura.
En dicho colegio, edificio antiguo, se humorizaba contando de qué modo se asomaban las colitas de los ratones, asentados en las traversas de madera. ¿He conocido alguna pieza malsana de Hermanos en colegio? Ésa, la de John en Pergamino.
No pierdo la esperanza de que, alguno de los que más lo hayan tratado, nos arrimen alguna paginita, incluidas de esas anécdotas, de ésas sabrosas que les hemos oído. A ver… Ángel Lazo, Ricardo Palomar, Padre Osvaldo… los esperamos… Nos ayudarán a aproximarnos a este Hermano tan propiamente él, tan peculiar y simpáticamente John Berwick. Guardo un recuerdo suyo. Siempre conseguía libros que le compraba su familia, y los obsequiaba. A mí, el tomo de la Enciclopedia de Moral, obra italiana. Gracias por todo, John, y más por tu vida marista. Tan nuestro…